Viejos Tiempos de Sangre Fría

Cuando niño mi padre siempre me decia «camina erguido, mocoso, ¿no te da pena vivir encorvado? Me das verguenza»

Ahora; que ya soy mas viejo y casí tengo la misma edad que mi padre en ese entonces, camino erguido pero me da verguenza vivir por las horribles penas que siento.

Penas ajenas a las mías, penas que pertenecen a la humanidad mezcladas con la indiferencia brutal de la claridad intacta de mi mente.

Sentimos dolor, lo necesitamos para vivir y más aún cuando tratamos de evitarlo.

Talvez por eso me enamoré profundamente de alguien irremediablemente insufrible. Al parecer el cariño y la más pura lealtad que sentía por ella lastimaba y laceraba su mente. Me abandono por alguien que la amaba menos.

Nosotros, en busqueda de aquello que nos brindaría placer, causamos dolor en otras gentes y causamos dolor en nosotros mismos, talvez fué allí cuando inventamos el amor.

Tengo pocos recuerdos felices de mi niñez; ahora, grises vislumbres de la edad adulta que se entremezclan con recuerdos de un pasado no tan pasado.

Talvez la vergüenza que mi padre sentía estaba totalmente justificada.

Padre usualmente decia «Ojalá no fueras mi hijo»

Mi padre era un cabron.