Lectura del Evangelio Según Tus Manos

Las bestias de la inanición
Redondas y en séquito
Abanderadas de la frustración, con cuernos grandes y siniestros, se ceñian en pares sobre los pastos verdes de la llanura.

Los cuervos mudados de piel,
Portando de reglamento su apatico intelecto,
Y sus ojos fieros de ballesta precisa
Nublaban el ocaso en su descenso zigzagueante

Pequeños entramados
De zarzas y espinas
Se daban la mano en funesta solidaridad
Para hundir sus arbustos adversarios, antes frondosos de fascinación

Y en el rio turbio donde las canoas
Se tropiezan unas con otras,
Sobre las truchas envenenadas y los salmones ahogados
Los helechos se negaban a crecer

Hasta que un dia
Fue colocado sobre la frente de esta colina
El pañuelo de tu gracia
Que con tivios baños de dulzura
Reavivó la fauna de la cabeza
Y recaudaló mis cuencas cardiacas

Y encumbradas en el cielo
Fueron abiertas las costuras de tus manos
Y se desprendian de ellas las precipitaciones del maná y los gritos de libertad de aquellas patrias donde la nobleza es ley, y el amor, el decreto mas grande. 

Amén.