Me gusta abrir mentes mientas cierro piernas, sentir el alma sin tocar su cuerpo, hacer llorar mientras me sonríe tan ingratamente, me gusta tener musas por los caminos vividos.
Bailando por la eternidad sin levantarme de mi asiento, esperar por ver las promesas no cumplidas, esperando el mejor saludo por la mañana con intriga sin realidad.
Fluir como uno fumando esperanzas, salir lejos sin pensar en el cansancio, tan solo buscando un tórrido final, escribir memorias que nunca serán, buscando a mi diosa estelar,
llorando de felicidad acompañado de la eterna soledad.
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