Una relación fugas

Una relación fugas

Lluvia

13/10/2021

Hace algún tiempo mantuve una semi-relación con un hombre con quien salí y disfrute casi nunca, pero si empezamos a dormír, juntos y al otro día cada uno por su lado como si no existíamos.

No había ese compromiso, aunque supuestamente él me definió como su pareja un día delante de unas amigas mías, lo cual al salir de él casi me lo creí, pero todas esas cosas que la mayoría de las relaciones o parejas tienen nunca sucedían.

Nunca tenía tiempo o le apetecía salir o tomar algo conmigo, cuando le invitaba siempre estába ocupado o cansado, intente de muchas maneras salir a pasear, pero para mí nunca tenía ese tiempo, pero si para otras cosas que poco a poco lo dejaba caer de vez en cuando.

Yo solo decía: -24h y para mí ni 5 minutos saca para saber de mí o compartir conmigo; lo de él solo era, ir a la cama y al día siguiente, como si no existía, aunque yo quedaba destrozada, pues decía que me quería,( te quiero proteger, cuidar etc…) aunque solo eran palabras vacías, quizás por el momento de intimidad que teníamos esporádicamente, le creía pues sus palabras sonaban sinceras.

Siempre le apetecía verme al anochecer ya casi a la hora de ir a dormir. Nunca me busco para pasar una tarde o un día o salir a dar una vuelta, comer fuera, disfrutar de cosas como las parejas hacen normalmente. Sólo ir a dormir, yo como le quería, siempre estuve disponible de ir a verle a su casa y pasar aunque sea esa noche con él. (Aunque ya sentía que era injusto que me buscara dos o una hora antes de ir a la cama y el trato que me daba)

Una de esas noches comprobé que la persona que se acercó a mí que decía quererme,( fui una tonta pues la palabra*te quiero* tiene muchas variantes) y que quería algo conmigo, ya no era el mismo, no era la persona que que pensé conocer, las mentiras, que convertía en verdad con una sonrisa, que aún yo sabiendo y pregúntale miles de veces, me negaba que lo hacía.

Esa noche él estaba más callado, hice bromas y él ni sonrió, entonces comprendí que él no tenía interés en la relación que según habíamos iniciado y que ya teníamos mucho tiempo.

Un día le invite a salir como siempre, más él me dijo que no: mejor vente a casa, no me apetece salir (pero hacía planes con sus amigos) él me miró extrañamente, su rostro no era el mismo sus ojos reflejaban algo distinto a lo que yo cocía. Llegué y él se sentó a mi lado, como siempre sonreía, [esa sonrisa misteriosa que oculta miles de cosas, mentiras y falsedad] en fin, se rió y dijo que las cosas estaban de locura en su vida: Que no estaba en un momento para estar o tener algo serio con alguien, que él solo quería vivir libre o tener algo liberar, sin ataduras.

Recuerdo que hablamos hasta tarde, esa noche escucharle hablar cada una de esas palabras eran como milciles que iban directo al corazón y lo destrozaban cruelmente, yo solo podía escuchar sin responder, aunque tenía tantas ganas de explotar por la importancia que sentía y sacar la injusticia de su comportamiento hacia mí; que solo le abrí mi corazón y le deje entrar creyendo en que era alguien en quien confiar y llegar a amar. Quería decirle tantas cosas, que lo único que me salió fue un – ok, no se puede obligar a nadie, si tú decisión es esa, así será.

Con dolor en mi alma me marché sin mirar atrás, con el corazón destrozado, con ilusiones destruidas y con el Alma quebrada y decepcionada. Subí a mi casa y me resigné a que solo fui un juguete nuevo de un niño inmaduro que no sabe valorar los sentimientos ni lo que vale una persona con un corazón puro y que estaba dispuesta a todo por estar con él, así que fui ese juguete que él quiso tener, usar y desechar.

escritor JmmD

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS