Las inconformidades sociales origen, incremento, desenlace y desconcierto social.

Las inconformidades sociales origen, incremento, desenlace y desconcierto social.

Eduardo Hidalgo

30/09/2021

Origen.

Las expresiones sociales de inconformidad de una población se manifiestan de diversas formas, pueden comenzar con un fuerte hastío de un grupo de personas en un tema específico (económico, social, religiosos, etc.) el cual será socializado inicialmente en reuniones aisladas, posteriormente el grupo buscará simpatizantes, tratando que cada día más gente se identifique con la causa; si no se logra de esta manera, buscarán personas con otras causas preferentemente similares o con igual grado de disconformidad para sumar adeptos y hacer un frente unido con el fin de obligar a la autoridad pertinente la solución de los mismos; de no lograrlo con la facilidad y celeridad requerida, se incentivará reiteradamente para que escale la inconformidad y convertirla en conflicto, lo que se logrará haciéndola tendencia.

Para el efecto se las visibilizará a través de los medios de comunicación masiva como la radio, televisión y ahora con gran impacto las redes sociales, utilizadas como medio para incrementar la intensidad del conflicto, con el afán de generalizarlo y hacerlo una causa común, para que interlocutores puedan expresar sus demandas en el nivel de toma de decisiones pertinente. Estas soluciones por lo general tienden a ser de carácter poco integral y benefician sólo a parte del grupo demandante, muchas veces sin tomar en cuenta los daños colaterales ni el bien general.

Incremento.

Cuando estas demandas no entran en un debate político-social, tienden a agudizarse y son expresadas con movilizaciones que dependiendo del nivel de descontento popular, pueden llegar a convertirse en violentas y de nivel nacional como fue el caso de octubre del 2019 en el País, donde se vandalizaron las protestas, quemando la Contraloría del Estado, destruyendo propiedad pública, disparando explosivos a la Fuerza Pública, por el incremento del precio de la gasolina que posteriormente se lo hizo con otro mecanismo; ¡bueno tampoco es que se haya condenado ni responsabilizado a nadie por los daños hasta ahora!

Históricamente estas inconformidades y el aumento de su conflictividad han desembocado en crisis que han llegado a cambiar el rumbo de comunidades, Países y hasta del mundo, la más evidente fue “la Revolución Francesa” cuando decapitaron a la monarquía, e inició la democracia como hoy se la conoce, también han depuesto a señores feudales, dictadores y hasta presidentes constitucionalmente elegidos; en consecuencia, ¡si no se toman en cuenta las necesidades del pueblo, no habrá tranquilidad para el desarrollo social!

Incremento.

Pero ¿cómo estas inconformidades pueden llegar tan lejos? Simple y en contexto, las autoridades son funcionarios que deben satisfacer las necesidades de la comunidad, promulgando el bien común. Lastimosamente no sucede esto, más bien se ha venido evidenciando lo contrario, los gobiernos de turno tanto de carácter seccional y/o central, han priorizado sus propias agendas para mejorar sus condiciones de vida y las de su círculo más cercano, a cargo de perjudicar a quien sea, comenzando por los más pobres a quienes pregonan defender, desviando los recursos a proyectos de beneficio limitado y con vicios de corrupción, recibiendo coimas que limitan el campo de ejecución, también afectan significativamente a la clase media que poco a poco va desapareciendo, porque los proyectos son ejecutados con el dinero de los impuestos que porcentualmente más paga esta clase, lo que significa que el País cada día va empobreciéndose más y más.

Desenlace.

En una sociedad democrática el canal normal para solucionar estas demandas debería ser la política y sus representantes, quienes, utilizando instrumentos normativos, plantearían uno o varios proyectos para solucionar los problemas comunitarios. Pero en el Ecuador la clase política ha mostrado y sigue mostrando una apatía frente a las necesidades sociales, frecuentemente ha existido una oposición política de bloqueo entre los sectores políticos, para establecer cuál es la mayor fuerza política de ese momento. Esas actitudes han bloqueado y siguen bloqueando iniciativas de gran valía, como ejemplo tenemos el bloqueo sin razón aparente que generó la iniciativa de la Comisión Anti Corrupción para cambiar la estructura de la Asamblea Nacional, que por cierto, debido a los reiterativos casos de corrupción el Legislativo no pasa de un dígito en aceptación ciudadana, también se intentó reducir el número de asambleístas; en la misma iniciativa se pretendió eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, función del Estado que ha causado bastante polémica; al momento está en debate la Ley de Oportunidades que fue regresada al Ejecutivo.

Frente a todos estos casos y muchos más que se siguen observando, no se tiene certeza ¿cuál es el mecanismo que la sociedad debe seguir para realizar cambios en la administración pública del País? En pocas palabras estamos en indefensión a merced de una clase política corrupta y sin escrúpulos.

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