el maizal

el maizal

pame

29/09/2021

Ella avanzó por entre los matorrales, agitada, cansada y horrorizada,  pisando descalza los rastrojos, corría entre el maizal rosando las matas altas con frutos gruesos y amarillentos de donde asoman sus granos lechosos y la hojas anchas duras , arrastraba los pies agotada, la tira del vestido desprendida dejaba ver su sostén color celeste, le ardía y dolía la entrepierna que sangraba levemente,sabia que debía correr, podía sentir que el la seguía de cerca , pero desconocía que dirección que tomar. Tenia 14 años, estaba revolcada en tierra, el pelo castaño enredado, las manos y las rodillas heridas , sentía un pulsar doloroso en la base del cráneo por donde él la arrastrara del pelo, lloraba y corría . Mauro era su vecino de toda la vida , trabajaba en la maderera al igual que su padre, en verano cosechaban maíz todos juntos en ese predio ; su madre, su padre y su hermano hacían lo mismo, de hecho al salir  su madre lavaba unos jeans en el pilón , su padre cortaba leña y Marcelo ensillaba el caballo, la miró sin  comentarios , Llegaba  al rio cuando sintió que alguien la alcanzaba, le pareció una broma extraña, porque no tenían tal confianza , aterrizo en el suelo cerca de unos guijarros filosos , no hubo charla, en cuanto la dio vuelta comenzó atacarla, ella paralizada por el asombro y el miedo, estuvo quieta unos segundo, hasta que se dio cuenta de lo que ocurría, grito infructuosamente, pateo , mordió y forcejeo todo lo que pudo, pero era fuerte y pesado, la inmovilizó con una rodilla y la violentó rápido, el dolor la recorrió como acido, sintió nauseas , el trababa de mantenerla quieta pero se le hacia difícil, a pesar de lo pequeña y delgada luchaba como fiera, por fin le abofeteo con fuerza, rompiéndole el labio que estalló llenándolo de sangre ,mosqueado, le ahorcó un poco hasta que perdió el sentido, terminó su cometido; exhausto, entierrado entero ,con su cuerpo arañado, mordido, amoratado , pero estaba satisfecho, se sentó un segundo a su lado ,ella tanteo los guijarros, se los arrojo al rostro juntos con un puñado de tierra que lo dejaron ciego unos momentos, le pateó la entrepierna y se retorció de dolor,sin aire. Ya de pie tomó algunos peñascos y se los arrojó, luego corrió sin rumbo , solo corría , lo oía gritarle furioso, amenazaba con cosas realmente perversas, pero ella no paró hasta que sintió los cascos del caballo, Marcelo la subió al apa a todo galope, atravesó el campo y la bajó en la entrada, de un salto se apeo y entro en la casa, saliendo casi enseguida portando la escopeta , subió igual de raudo.Su  madre soltó la ropa y se le acercó rápidamente, su padre no estaba fuera , el chico dio la vuelta al potro y enfilo de vuelta , con las riendas volando y las piernas apretadas a los costados, desapareció en instantes 

su madre no preguntó quien había sido o que pasó, lo que hizo que rompiera en un llanto interminable, la limpio y lavo por todos los rincones, la reviso y le cambio la ropa. en eso estaban cuando sintieron los balazos  pum…pum…pum, espaciados , ella imagino que mauro corría como ella, escapando. No sabia bien si eso era mejor o peor , su padre llegó a la casa en ese momento, y al sentir el galope cerca fue a la puerta, el muchacho se apeo y el hombre pregunto 

–  está hecho??

– si taita esta hecho – portó el arma hacia adentro la ubico en un atril en la pared y miró a la chiquilla maltrecha, colorada y herida 

– tú levántate de ahí y prepara algo de comida 

ella se acomodó el pelo en una cola, soportó estoica el dolor penetrante en las manos y las rodillas, hizo poco caso al ardor y la incomodidad en sus partes intimas y recorrió la casa hacia la cocina , perdida la vista en el maizal que se mostraba verde y espeso, cubriendo un tramo muy largo. Parecía mucho mas tupido ahora, y podía ver las separaciones de los caminos que lo entrecruzaban , sitió un espasmo, y el rostro de rabia y pena 

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