Capitulo 1.
Como olvidar, cuando por casualidad olvide las llaves dentro del departamento de Edgark, estaba un poco nervioso por las situaciones que han ocurrido en ese momento. Por extraño que parezca, mi mano me temblaba por tan solo estar en ese lugar y mi cuerpo sudaba. Sentía escalofríos, una sensación ya extraña he inquietante que impedía pensar cualquier cosa con tranquilidad. solamente existía un pensamiento muy claro y rotundo en mi mente, era una sal de este lugar.
Haber, recapitulemos, primero empezamos por lo primero. Soy David escaring , un chico de 22 años, soy psicólogo en el pueblo de minefot, está al sur algo escondido por sping, un país pequeño y muy poco habitado. acá en este país, no es muy común encontrar jóvenes que tengan una visión de establecer un futuro a largo plazo y mucho menos en el pueblo donde estoy, donde todo parece salido de una película de comedia, todo es un chiste, la policía funciona, no existe cola para facturar eh incluso, si pides dinero ¡te lo regalan! Así es, este pueblo está repleto de señores mayores, que aburrido. bueno ¿Qué hago yo aquí?, estudio el comportamiento de los lugareños. Para ver cómo se relacionan entre ellos, que hacen para divertirse, cómo se ganan la vida etc.
El caso es, un lunes por la mañana me visitó un señor, algo peculiar, pantalones ajustados beige, camisa manga larga vino tinto, zapatos deportivos, su altura era aproximadamente 1.72, tenía una cicatriz en el ojo izquierdo y otra en el cachete derecho, no tenía cabello, era calvo. le gustaba fumar puros, tenía una mirada algo incómoda, penetrante con ojos color café oscuros, como si absorbiera el alma de la gente que ve y las almacenará ahí, para dios sabe qué.La cosa está, en qué el fue a mi consultorio, para pedirme ayuda, con unos muebles que lo tenían loco, porque los colocara, donde los colocara, el siempre terminaba quitándolos y creía que tenía una especie de problema compulsivo por el orden:
—¿Golpean la puerta—¿puedo pasar?—era un paciente con una mirada perdida.
—Adelante—le respondí.
—Hola David, un gusto soy Frank Edgark.
—Hola, cuéntame qué te trae por aquí.
—Estaba pasando por el lugar y vi el aviso de psicología y estudios que Ofreces. y bueno me
anime a verte—lo dijo con una media sonrisa forzada.
—Claro Frank siéntate y ponte cómodo,
—Gracias.
—Bueno Frank, cuéntame, ¿Cómo te has sentido?
—Bueno, últimamente he estado comiendo mucha comida condimentada, creo que me está cayendo algo mal, me dan muchas ganas de ir al baño últimamente —lo dijo presionando su estomago levemente.
—Bueno Frank, creo que a todos nos caería mal la comida condimentada si la comiéramos con mucha frecuencia.
—Si, pero creo que está en particular esta algo rara. porque mire…
—Frank, si tienes problemas digestivos, estoy muy seguro que un psicólogo no te ayudará en estos casos—lo dije con un tono firme mirándolo a los ojos.
—… Bueno tiene razón…
—Bueno Frank, ahora sí, ¿me quieres contar lo que en realidad te pasa?
—Mire, últimamente he estado como ansioso, quiero tocar todo, hacer todo y me da por arreglar mi casa. Pero ponga dónde ponga las cosas me causa como un fuerte ardor y problema en el estómago, es como si tuviera un impulso para colocar algunas cosas de un sitio a otro y volver a intentar ponerla en su lugar de nuevo —lo dijo con la misma sonrisa con la que entro y sus ojos no paraban de señalar las cuatro esquinas de el consultorio.
—¿Bueno Frank tienes pareja?—lo dije con una voz tenue para calmarlo.
—No—lo dijo estando muy quieto y con la mirada fija al vacío
—¿Tienes animales?—quería ver si se relacionaba con algo.
—No —lo volvió a decir de la misma manera, estando muy quieto y con la mirada fija al vacío.
—¿Discutiste con alguien en la última semana?
—Ummm…—ya la mirada parecía volver en si al presente.
En ese segundo de murmuro y silencio, vuelven a tocar la puerta, era mi secretaria, quería avisarme que mi compañero Luis había llegado para recogerme, íbamos a un bar que quedaba por los alrededores, se rumorea por la gente, que es muy bueno. Le dije a Frank, que dejaríamos la sesión hasta aquí y que por favor me disculpara con mucho gusto lo atendería el miércoles.Salí de mi consultorio, me despedí de mi secretaria y me subí al vehículo de mi amigo Luis, me preguntó cómo estaba y esa clásica charla de bienvenida que todos nos damos cuando nos vemos con alguien, en esa charla salió un tema que casi nunca suele dejar pasar por alto, tenía la manía de preguntarme:
—¿Hoy si te divertiste?—lo dijo muy sarcásticamente.
—Que va Luis, esto es siempre lo mismo, párese una simulación sacada de el videojuego de los sims.
—Jaja, pero mira como hablas..—¿De que hablas?.
—¡No te has dado cuenta que siempre respondes exactamente igual!.
—Estás loco…bueno, aunque si lo dices tú puede que sea cierto.
—Mira fíjate bien, somos los dos únicos jóvenes que siempre estamos juntos, ¿porque?.
—Será porque nos conocemos desde hace mucho y tenemos una bonita amistad.
—Si claro tu eres Robín y yo Batman
—Eso se puede mal interpretar Luis.
—¿Y lo que has dicho tú no?, Lo que trato de decir es que, ya todos tenemos nuestra vida predefinidas, es muy raro establecer nuevas amistades en este pueblo, es por eso amigo mío que hoy vamos a romper con ese tabú que existe acá, eh iremos por un par de chicas.
—Suena interesante, La verdad es que si, no existe mucho que hacer, a no ser, que tú te pongas tu agenda de Recreación.
no lo había visto así, creo que Luis no sería un mal psicólogo después de todo.Luis me dejó en la puerta de mi casa, me dijo que pasaba por mi en unas 4 horas, son las 3 de la tarde, quiere decir que estará en mi casa a las 7, le dije que estaba bien, así, me da tiempo de comer y alistarme. Al darme la media vuelta y ver mi casa, era como de película, siempre me asombraba ver las dos plantas, dos ventanas al frente, una hermosa puerta de madera, perilla dorada el percho es color cremita, madera roble, un jardín muy hermoso con baldosas grises asentando el camino diagonal mente ala puerta. lo que faltaría es una esposa con un hijo menor en brazos y el grande al nivel de sus rodillas, con un carrito y pelo honguito, diciéndome bienvenido papá… pero no todo es una película., la casa están grande que se siente vacía, como si no tuviera muebles, incluso el sonido del viento se puede apreciar si le pones atención, el recorre desde la entrada, pasa por el corredor, sube las escaleras, vuelve a bajar, pasa por la cocina y sale por el jardín, Con toda libertad.Paso el tiempo y la hora de encuentro con Luis llegó, tocó corneta avisando que ya estaba en la puerta de mi casa esperando que saliera de la puerta para partir.
—así mismo, ese es mi psicólogo— dijo Luis con muchos ánimos
Me alago por la vestimenta que llevaba, un par de zapatos color crema sin medias, un pantalón de seda color gris, una correa gris con una hebilla pronunciada color negro, una camisa manga larga color blanco con unos lentes colgados del cuello.
Mi amigo Luis siempre tenía buen gusto para vestirse, sabía que ponerse para cada ocasión, el llevaba puesto una camisa de nubes moradas y naranjas muy llamativa, un blue jeans azulejos oscuro algo ajustados y nos zapatos de vestir negros muy casuales, la verdad le quedaba bien.Me monte al vehículo y pasamos unos 30 minutos del viaje hablando y planeando como abordaríamos ala gente, como teníamos que entrar al el Bar, que hacer y que no, pero todos sabemos que eso nunca pasa así y la mayoría del tiempo todo ocurre en el medio de la marcha.Llegamos al bar y la verdad es que no estaba nada mal, era una cabaña que te daba la bienvenida con unos automóviles algo lujuriosos y modernos, provocativos ala vista, provenían desde dentro de ellos hermosas mujeres, conservadas para tener tal edad y adultos mayores algo simpáticos también, la mayoría de mujeres iba en escote y vestidos ajustados al cuerpo, mientras que los hombres parecían sacados de baywatch, en sandalias, chort y playeras, la entra al bar tenía dos antorchas, una alfombra roja muy elegante, un letrero de bienvenida con el nombre del club, sweet club Bahamas nigth., Todo quedaba perfectamente acoplado y en armonía con el cielo estrellado que tenía esa noche.
Al entrar la primera impresión fue algo pegajosa y húmeda, ya tenía una temática de una especie de spa, al instante por no decir que en milésimas de segundo todo encajaban, las chicas tenían escotes y vestidos pegado al cuerpo porque le facilitaba el cambio de vestimenta para lo casual y el estilo playero, por si gustaban entrar a una piscina que tenían en diferentes lugares del club, tanto adentro como en las afueras del club. y los hombres, bueno, ya se entendió.Valla sorpresa ver nuestras caras de shock, cuando dos nuevos extranjeros llegaban al club. todo lo contrario, a lo planeado, pero ya estábamos ahí. Decidimos entrar y sentarnos, pedir una ronda de ron En las rocas con algo para comer y pasar el rato.Teniendo un tiempo y con algunos tragos encima, decidimos visualizar el entorno y buscar con quién íbamos a hablar, el localizó a una chica ala izquierda y yo otra ala derecha, nos pusimos de acuerdo y sin dudarlo para no tener una cabeza llena de preguntas cada uno se fue con su respectivo objetivo.Mi primera mirada con la chica fue una bella cadera muy bien definida y las hermosas piernas que tenía, la chica morena como la azúcar y dulce que todo le queda bien, llamo mi Atención muy disimuladamente:
—¡Hey! acá arriba… Mis ojos y mi cara están a unos pocos centímetros más arriba de donde estás mirando—lo dijo la chica muy sutilmente levantando la mano al nivel de mis hombros.
Al instante percate que mi mirada disimulada tenía unos binoculares y un letrero de direcciones que se ajustaban Alos movimientos de mis ojos.
—Disculpa es que estaba viendo si eso que está debajo es un billete, y me estaba preguntando si es tuyo—estaba muy apenado y sonrojado.
Rápidamente saque un billete de mi bolsillo derecho, en lo que ella voltio a mirar si en verdad estaba un billete en el suelo.
—No veo ningún billete.
—Claro que no está porque ya lo recogí, es este—intente quedar como si fuera el mismísimo houdini.
La chica exaltó la mirada y abrió sus cuencas muy bruscamente por unos segundos y con una mirada pícara y un tono algo burlista dijo:
—Si, es mío, justo lo que estaba buscando, Gracias.
Segundos después que ella tomo el billete se escucho un grito de una chica diciendo baboso, me volteo ala derecha y era Luis, venía frunciendo enseño con la mejilla hinchada y roja, parecía como un golpe de dibujos animados. Me tomo del hombro y dijo.
—nos vamos ya, acá están puras locas—estaba muy alterado. mientras me jalaba voltee rápidamente a mirar a la chica que le había entregado el dinero, la vi levantando la mano para despedirse con el billete entre sus dedos, al son del movimiento de su mano vi un uno, conté un cero, dos ceros. Mientras mi amigo Luis me llevaba hacia la salida a arrastras. mi cara era de asombro, desespero eh irá, por Ver qué le había entregado un billete de 100$ a esa chica gratis.
Capitulo 2.
Después de salir del bar le pude haber hecho tantas preguntas a Luis, pero él nunca me las iba a contestar, No era porque no quería sino porque no Podía, el cargaba consigo mucho furor, sabía que él estaba muy molesto. Pasamos todo el camino de vuelta sin siquiera dirigirnos una sola palabra, solo se escuchaba el soplar del viento deslizándose por el vehículo.Luis me dejó al frente de mi Casa, No esperó, no dijo nada, ni siquiera nos despedimos. simplemente cuando me salí del vehículo inmediatamente se marchó, no hablamos en toda la noche Y yo me fui a dormir.En la mañana me levanté, me preparé mi desayuno como me gusta una rebanada de pan con jamón, queso, tomate, y queso crema. Me preparé mi café y me lo serví en mi taza blanca que dice —I love me. Con un corazón. Cuando le Iba a dar la primera mordida a mi pan sonó mi celular que lo había dejado abajo en la sala, tome mi celular era Luis
—mira nada más—le dije a Luis en un tono sarcástico con mi voz ronca.
—si amigo lose, lose dirás qué soy loco, pero es que tú no estuviste ahí.
—cómo voy a estar Luis si se suponía que tú estabas en lo tuyo y yo en lo mío, ¿No?
—no me recalques más eso
—ya… bueno me quieres contar que pasó o ¿vamos dejar para la siguiente mañana?
—¿qué tal si te lo cuento hoy en tu consultorio?
—ok, nos vemos en mi consultorio entonces.
Quedé con Luis en verme hoy en mi consultorio para aclarar que había pasado en la noche de ayer, quería una buena explicación… o algo que valiera el dinero que perdí sin razón alguna… Bueno el que regalé.Me aliste y salí de mi casa, todo con normalidad hasta que llegue a la parada del bus. Casualmente estaba paseando una señora a sus dos perritos poodle, la saludé muy animada mente, pero la señora simplemente cruzo miradas conmigo y me ignoro. Fue algo extraño porque es muy raro que esto pase y más aún por la zona donde estoy residenciado. Llegué a mi consultorio y estaba como siempre dos muebles de estar, una mesa de noche que usamos para colocar revistas, una TV colocada de frente a los muebles, la papelera negra en la esquina, el mesón donde mi secretaria pone su laptop, pero ella no estaba, tenía una Manía de llegar siempre un poco tarde. Dejé mi bolso preparé mis utensilios estaba preparado y listo para atender a mi primer paciente.Al cabo de unos minutos suena el timbre, me dirigí a abrir la puerta, pero inmediatamente un olor fétido entro muy rápidamente al consultorio, abro la puerta y el olor se sentía más fuerte aún cuando me doy cuenta era edgark, me estaba mirando fijamente a los ojos, estaba pálido, la piel estaba arrugada, tenía muchas ojeras, exactamente tenía la misma ropa que tenía cuando nos vimos por primera vez.Lo senté en el mueble, le di un poco de agua le pregunté que si estaba bien y el me dijo que no había podido dormir en su casa porque estaba algo paranoico Con Sus muebles y prefirió dormir afuera en un parque, pero se dio cuenta que cuando despertó no estaba en el mismo lugar que se quedó, como si fuera un sonámbulo, estaba en una laguna. inmediatamente note que edgark no estaba muy bien de la cabeza tenía que ayudarlo de alguna manera. Enseguida entro mi secretaria le dije que por favor se comunicará con algún familiar de edgark para que lo viniera a recoger y así me expliquen un poco mejor sus antecedencias para poder ayudar a edgark, mientras yo me voy a lavar las manos y anotar lo sucedido.
Brevemente la secretaria me dijo que no pudo dar con ningún familiar de edgark y estaba muy nerviosa porque el no para de murmurar cosas, le dije que parece un caso grave de esquizofrenia.
—doctor que hacemos no para de balbucear y peor no le entiendo nada.
—sí, eso es un episodio de esquizofrenia. Primero necesita calmarse, suminístrale un calmante
para que duerma.
—pero cómo se lo doy y si me ataca o algo peor.
—solo háblale con una voz suave y dile que eso lo ayudará.
Tras tomarse la pastilla edgark logro al fin quedarse dormido, no fue una tarea fácil y trabajamos muy bien para manejar la situación.Edgark Paso toda la mañana durmiendo. Los pacientes que llegaban raramente no les disgustaba el olor de edgark, me gustaría pensar que era de esperarse que en un consultorio de psicología pasaban estás cosas y para amortiguar un poco la situación con el olor se roseaba constantemente aromatizante del baño.Ya casi terminaba la tarde y edgark aún no despertaba y llego Luis al consultorio.
—¿Quién es el? —dijo Luis algo incómodo.
—Él es edgark un paciente que vino ayer.
—¡guao!, apesta bastante, ¿Se encuentra bien?
—espero que si, hoy tubo un episodio de esquizofrenia es algo normal en
mi mundo ver esto—lo dije sonriendo para que no notará que también yo estaba nervioso.
—tu mundo está bien—lo dijo mirándome a los ojos fijamente de una manera inquietante.
—si bueno, hablemos de lo que paso ayer.
—¡AMIGO! de verdad quieres que te lo cuente aquí y así—lo dijo muy exaltado.
Tras el grito de Luis edgark se despertó y nos miro fijamente A los tres, tenía una mirada muy perdida, pareciese que de verdad el nunca hizo nada, como si fuera otra persona.Le pregunté a edgark en qué lugar vivia y me respondió en entre la calle 14 y 15 pasando el parque. Luis y yo nos miramos, Luis enseguida con la mirada decía no y yo con mi mirada le decía un si, antes de que Luis pronunciará algo hablé yo primero diciendo que lo íbamos a dejar en su casa.
Me despedí de mi secretaria como siempre y nos fuimos los tres al vehículo de Luis, edgark se subió con total normalidad, Luis estaba algo incómodo, no paraba de ver su retrovisor en todo momento para ver qué hacía edgark, pero curiosamente edgark quedó contemplando el paisaje todo el viaje hasta que llegamos a la casa de Edgark. Edgark se bajó, nos agradeció y me invitó a su casa. Le dije que no podía, tenía unos compromisos y se ofreció a posponer la visita para mañana, accedí amablemente y nos fuimos.Luis no para de mirarme una vez que edgark se fue y me dijo:
—tu si que tienes valor amigo —no paraba de mirarme sonriendo sarcásticamente.
—¿tú crees? Ya es parte de mi trabajo todo esto—se lo dije con una sonrisa de oreja a oreja.
—y por ese sueldo amigo más valor aún—lo dijo con ironía.
—¿Qué tal si volvemos al bar de ayer y nos tomamos unos tragos mientras me cuentas?
—¿Seguro? —dijo Luis muy seriamente.
—si—afirme con mucha confianza.
Dimos media vuelta rumbo al bar de la noche anterior.El bar de igual forma nos daba la bienvenida con autos muy lujuriosos y hermosas mujeres, todo de la misma manera que el día anterior. Nos sentamos en diferentes lugares al de la otra vez, pedimos un par de tragos y tras un par de oras echando chistes y hablando de la vida Luis empezó a contarme:
—bueno amigo esto fue lo que sucedió—dijo Luis sonriendo estaba un poco tomado.
—a ver cuéntame—le dije muy animado estaba un poco tomado.
—cuando me dirigía hacia la chica ella me miró muy raro y fijamente a los ojos, no le preste atención porque pensé que era por mi look, y pues debería ser normal—dijo Luis algo egocéntrico.
—ajan—dije irónicamente
—cuando estoy al frente de ella me dice: ¿de nuevo? —Luis estaba confundido—le pregunto ¿ya nos conocemos? —dijo Luis.
—aja y que paso después, ¿Por qué te golpeó? —se lo dije intrigado
—eso paso amigo, me golpeó y no se porque— lo dijo Luis estaba muy confundido
—¿con quién fuiste a hablar? —le pregunté—entre risas.
—de seguro con uno de tus pacientes—lo dice Luis muy sarcásticamente.
—me esperas un segundo necesito ir al baño—ya no aguantaba las ganas.
Luis me contó lo que le sucedió, pero quedé Igual, no entendía nada. De tantos tragos que tenía encima tenía que ir al baño, me levanté y me fuy rápidamente, saliendo del baño me di cuenta de la hora y estaba anocheciendo, me encontraba un poco ebrio me tambaleaba de un lado al otro. Alcé la mirada para ver a Luis y no estaba en nuestros lugares, estaba hablando con una chica. Procedí a caminar a mi lugar para sentarme y me tambaleen ala izquierda muy bruscamente, pero logré componerme, decidí dar otro paso. Y me volví a tambalear y de tambaleó en tambaleó llegué a sentarme no quería beber más.
Pasaron unos 10 minutos y Luis ya estaba coqueteando con una chica, en ese instante unos señores con su mujer se topan conmigo y me dicen:
—salud por la juventud
me extendieron cada uno sus manos con Un shot de tequila, en sus rostros se observaba que la estaban pasando muy bien y decidí ser parte de ellos y accedí a tomarme esos dos shot de tequila. Des pues de tomarme esos dos shot de tequila sentí que me mareé. Traté de buscar a Luis para decirle que nos fuéramos Y fue cuando vi la mano derecha de Luis alzándose y cayendo en la parte trasera de la Chica, seguido de eso la tomo del cuello y la dirigió hasta sus labios propinándole una nalgada y un beso en contra de su voluntad. La chica en seguida rechazo su propuesta indecente y lo abofeteo diciéndole desubicado y se fue, Luis no estaba en todos sus cabales, la miró y se dio la vuelta y puso su mirada en mi, camino tambaleándose y me dijo:
—creo que estoy ubrio… evrido… ebrio—Luis ya no podía con su alma.
Le di un par de palmaditas en la espalda —claro que si amigo
Levanté la mirada y me percaté de dos personas que estaban contemplando el lugar, parecían algo indecisos de que hacer y dónde sentarse estaban vestidos algo peculiar. Uno Llevaba un par de zapatos color crema sin medias, un pantalón de seda color gris, una correa gris con una hebilla pronunciada, fue al único que alcancé a ver y fue cuando sentí que esos dos shot empezaban a hacer más efecto en mi del que podía controlar.Desperté en mi habitación de golpe babeando me y con la silueta de mi cuerpo en vomito pegada en mi colchón. No recordaba nada de lo de anoche.Vi la hora y me exalte, era un poco tarde, me bañé, aliste, desayuné y me fuy directo al consultorio. Mi secretaria me da la bienvenida, le dije que es raro verla tan temprano y me respondió y usted tan tarde, no reímos mutuamente.
La mañana paso algo pesada hasta que tocan la puerta.
—Golpean la puerta, ¿puedo pasar?
—Adelante
—Hola David, un gusto soy Frank Edgark.No podía creer lo que estaba viendo y lo que estaba pasando.
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