La Existencia Dramática II

En este presente estamos acostumbrados al alejamiento humano, se repite una vez más la falta de voluntad en nuestra especie. Pero ¿Qué es el alejamiento y como afecta a nuestra existencia? El alejamiento de nuestra especie por medio de la tecnología (el gran amo de nuestro futuro), permite que nosotros ya no nos unamos con un propósito común. La dialéctica que podamos utilizar de modo libre y general por medio de las redes sociales se ha estado desvaneciendo, las ideas que son fruto de nuestras experiencias se hallan muy probablemente en el error del fenómeno de la desinformación.

La gran cantidad de información que se maneja ahora ha sido impresionante, tanto así que podría rebasar el número de enzimas encontradas en las vías metabólicas primordiales para la creación de nuevo ADN y otros bioelementos, rebasando quizás hasta el número de genes hallados hasta ahorita. La información se ha puesto en frente del nuevo uso tecnológico, practicando la inteligencia artificial. El empeño del humano es controlar y manipular a su antojo la realidad que se le presenta, a esto le denotaremos un primer plano de problemas que pasan por desapercibido, lo ejemplificaré a continuación.

La investigación del humano para conocer su realidad, de probar y aumentar sus conocimientos se ha estado desvaneciendo en relación al aumento de la información, no solo eso, también usamos la facilidad de encontrar esta información a partir del internet. El confort que nos da los medios tecnológicos disminuye la frustración de salvaguardar lo aprendido, nuestra memoria (sistema cognitivo) se refleja sin presiones de tratar de conocer más allá de lo que se tiene. Si se analiza bien este fenómeno me atrevería a decir que disminuye la frustración de capturar la información en nuestra mente, esta se debilita, pues la información que necesitas para completar una investigación o trabajo se encuentra en la palma de la mano.

Ahora, la información que leemos y tratamos de memorizar es en principio, y sin mayor búsqueda, como valida y verdadera. No en toda la población es así, estoy seguro que algunos pobladores de la tierra no quieren participar en solo conocer lo que internet avienta. Pero es de hecho un gran porcentaje de personas que no leen en completo esta información y proponen con hegemonía lo que han leído, y esto es porque lo dan de hecho, a pesar que este pudiera ser una fantasía, una mentira.

Si es la desinformación la creación horrible de la tecnología de redes de información, ¿Quién la ha creado? Por supuesto que nosotros mismos. Este tipo de mal-información es de nuestra causa, todos participamos en ella no solo en escribirla sino de reproducirla. Esta clonación informativa no tiene un objetivo en particular sino de disminuir lo que conocemos, y llega aquí uno de los principales problemas para nuestra existencia. El conocimiento (que todo el momento estamos aprendiendo) de nuestra realidad (que es parte de nuestra propia naturaleza) pudiera ser una mentira. Una mentira asistida por el mal uso de la tecnología, por engañarnos en tratar de disminuir nuestra frustración. Deviene la deformación de nuestros últimos tiempos, una existencia que se funda en la tecnología gozosa y acaba con la frustración. Es muy parecido a las religiones que proponen vida infinita después de la muerte, un entramado de felicidad e infinitud después de morir, el final de las frustraciones.

Ya había comentado que la existencia es plástica y dinámica, ¿no es la tecnología manipuladora de desinformación la más engañosa que pueda existir para nuestra existencia? Y la respuesta es sí. Nuestra propia representación conceptual de la conciencia nos propone que seamos casi idénticos a lo que concebimos de la realidad. Somo parte de esta naturaleza, ya no humana, sino tecnológica. Pero a pesar de saber esto nos abalanzamos hacia este fenómeno sin poder decidir que hacer. La adoptamos como la nueva religión sin poder detenerla. Sin escapatoria nuestra existencia se ve en riesgo de perder su identidad, pues estamos jugando con algo que pareciera inofensivo, pero si nos diéramos cuenta, ya somos más parte de la tecnología invasora de nuestros días. El siguiente apartado explicaré con cuidado los efectos que causa esta nueva era para nuestra existencia y su transformación en existencia dramática.