Flor

¿Debería cortar una flor por cada día que sobrevivo?

Tal vez debería ver desde lejos como las campanas de pavor y muerte; aturden y me hacen llorar

Tal vez debería apreciar la belleza del mundo que un virus logro cambiar

Tal vez solo debería cerrar los ojos y esperar que esta angustia llamada vida pueda expirar.

Fulgurante candil que aclara mi camino lleno de espinas y cuchillos que perforan mi alma sin parar

Que me ayuda mientras que por la espalda una navaja de ha de enterrar, jurando ser mi fiel aliado, absorbiendo la poca vida descolorida que yo he de mostrar

Que suerte aquellos que pueden descansar entre todo el desbarajuste en el que tengo que habitar

Cuanto deseo con toda mi alma y fulgor poder ver el mundo que mi padre retrató; donde los colores saludan y las risas son de pastel tan dulces y puras que me han de enloquecer. Un mundo en el que el final del arco-iris era la meta al parecer

Y todas las flores me cantaban por doquier.

¿Qué le paso al mundo que alguna vez cree? ¿Quién es ella que en un espejo puede ver? siendo solo un vacío de lo que alguna vez fue.

Que lamento tan profundo siento yo, al pensar en aquello que tatareaba letras de matiz ya no va a volver.

¿Esta mal que un alma tan mala como yo desee descansar?

Que en este castigo atroz que me hizo odiar lo que una vez ame, descubra que muchas veces el monstruo de los cuentos no es aquel que esta de negro ni el que se come el pastel

Que muchas veces solo era yo, pensando en aquella parte que la luz no alumbra y que eso lentamente cavaba mi tumba.

Estoy en una fantasía en la que no sé que es real. Solo sé que debo seguir a aquella luz que me ha de llamar, pidiendo a gritos una oportunidad.

Que alto y hermoso se ve el mundo desde aquí, al fin puedo alcanzar el Paraíso en el que alguna vez creí.

Siguiendo la luz que me ciega lentamente, siento la brisa cortante desde mi vientre

«Espero poder ver aquella rosa otra vez, y que tu bella luz, la veas crecer»

Las luces mezcladas con las estrellas fue aquello que vi por últimas vez, dejando que el suelo me cante de revés.