Estoy  tan indignada como el uso de tu tiempo le importa muy poco al otro,
como tus sentimientos son invisibles y totalmente utilizables para un bien ajeno,
tus ilusiones son monedas corrientes casi inservibles que apostas a un juego ya perdido,
y al final te encontras nuevamente con esa sensación amarga en el pecho
de no ser suficiente, de que hay mejores, de lo que te faltó, olvidándote de vos.
Me enoja lo poco que vale lo que uno siente, la falta de empatía,
lo que pueden provocar en uno, sabiendo lo que le costó salir de ciertos lugares
pareciera que apropósito, estar amagando sentimientos para no llegar a nada. 
Hoy somos juguetes de medio tiempo que sirven para complacer en un determinado momento,
luego una vez que se aburren, no consiguen lo que quieren o hay algo mejor nos desechan,
porque no importa cuánto de tu tiempo invertiste, cuanto de vos dejaste, cuanto perdiste,
las oportunidades que dejaste pasar, la ilusión que dejaste crecer, las expectativas que se provocó, la poca responsabilidad afectiva es lo que reyna hoy en día. 

¿Cuándo será el día que los sentimientos del otro que no es de uno mismo sea 
igual de cuidado, valorado y respetado como cuidamos el nuestro?
¿Cuándo vamos a dejar de hacer perder el tiempo al otro? Porque no lo recupera más.
¿Cuándo vamos a dejar de generar expectativas cuando sabemos lo que no queremos o 
que no lo queremos con esa persona?
¿Cuándo vamos a dejar de decir palabras ‘lindas’ para llevar al otro a la cama y desecharlo como un objeto de sexshop cuando no lo podemos utilizar más?
¿Cuándo vamos a dejar de medir el amor con el sexo?
¿Cuándo vamos a mal usar sentimientos que no corresponden para no perder a la persona que nos levanta el autoestima?
¿Hasta cuándo gente? ¿Cuál es el límite? 
Más empatía, más amor honesto, más relaciones sanas, 
más responsabilidad afectiva.
Si quieren hinchar los ovarios, cómprense una muñeca inflable
y dejen de jugar con la gente que sí quiere un amor de verdad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS