CAPITULO 2: LOS LOCOS 70.
Al margen de que un país puede ser muchas cosas,inclusive un espejismo lo verdaderamente real es que todo evoluciona para adelante.Mal o bien pero evoluciona.
Cualquier país de los considerados PAÍS….(aquí se le llamaría país serio)…realiza las reformas necesarias para que el funcionamiento en todos los estamentos sea el más evolucionado,el mas indicado,el más destacado…o sea..en definitiva FUNCIONE.
Y si a eso le agregamos, que cumplido un mandato de gobierno le sigue otro de diferente caracteristica y color partidario y mejoran todo lo bien que se ha hecho,tendremos un PAÍS.
Dicho más simple: cambió el piloto del avión y la tripulación pero el plan de vuelo es el mismo y con mejores condiciones: azafatas más simpáticas, mejores comidas,asientos más mullidos,etc,etc.
Pero aquí ,en éste pedazo de tierra,a la cual llamaron Argentina es distinto y paso a detallarlo:
A los esplendorosos años 60 de mi niñez le siguieron los locos años 70.
Se trata de uno de los períodos más convulsionados politica y socialmente en nuestro país.
Movilizaciones obreras,sindicales,estudiantiles hicieron de ésta tierra un cóctel de espanto y desconcierto.En buena parte del mundo, todo estaba por hacerse o estaba en camino de descubrirse.
Con la llegada del hombre a la luna(según los conspiranoicos eso nunca ocurrió: amerita otra obra)y los avances medicinales y científicos haciendo punta de un desarrollo evolutivo humano,el mundo nos puso una vara tan alta, que nosotros como «país» siempre nos dispusimos a mirar desde abajo.
Nuestra cotideaneidad eran los golpes de estado,la alta inflación,las disputas entre la izquierda y la derecha,la censura,la deuda externa eterna y miles de etcétera más.Debo admitir que el mundo entero estaba convulsionado pero de alguna u otra forma se las han arreglado para que el vuelo al cual aducía anteriormente,mejore.Estados Unidos participó de cuanta guerra hubiera,pero jamás ostentó una inflación del 400% anual o una pobreza nacional del 60%.Nosotros sí.Y es más grave el detalle si tenemos en cuenta que Argentina jamás había participado hasta entonces,de una guerra sino hasta el año 1982 contra Inglaterra por la disputa territorial con las Islas Malvinas.
Siempre dije que este país además estar enfermo no quiere curarse.No en vano pasaron 58 años desde que por primera vez abrí los ojos y aún no encontraron la cura a todos nuestros males.Es más: se ensayaron miles de fórmulas políticas pero ninguna funcionó.
En los setenta yo era un adolescente común y corriente.Estudiaba a los tumbos.Mis momentos de ocio eran escuchar música en una radio marca Tonomac y animar fiestas juveniles poniendo vinilos en un viejo tocadiscos de tapa transparente marca Wincofon.Mi padre era un empleado en una empresa del Estado Argentino y mi madre era una abnegada ama de casa.Junto con mi hermana mayor constituíamos una familia de «clase trabajadora».No se tiraba manteca al techo pero vivíamos dignamente y sin sobresaltos económicos.Sólo los lógicos por vivir en un país en terapia intensiva eterna.
Se podría decir que tuve una infancia feliz y una adolescencia sólo contemplativa.Nunca estuve involucrado en cosas de las denominadas «raras»: drogas,excesos y rock and roll.
Más observar que involucrarme.Más esperar que avanzar y no saber que había más allá de algo.Aunque reconozco que no soy la encarnación misma de Teresa de Calcuta tuve mis episodios típicos de pequeñas rebeldías de adolescente.Bueno creo que la palabra adolescente es porque -el que vive esa transición a la adultez- adolece de algo.Dicho esto:creo que estoy justificando mis desvarios existenciales.
La cosa es que entre 1976 y 1982 entramos a un nuevo experimento.Un proceso militar interrumpió un debilitado gobierno constitucional liderado por la ex esposa del General Perón: Isabel Martinez de Perón.
Muertes,detenciones,atentados,torturas,censuras en radio y tevé : que decir,que hacer,que pensar.
Una vez más, el paciente argentino internado pasó de una habitación común a ocupar una cama en terapia intensiva.
Que levante la mano aquel ciudadano del mundo,que haya organizado una fiesta después de que su familia haya muerto en un terrible accidente de tránsito.Inimaginable y terrible …no?
Bueno…en Argentina todo es posible.Y cuando digo todo ….es todo!
Los militares a cargo de un proceso llamado de «Reorganización Nacional» organizaron un Mundial de fútbol en el año 1978.Ante la decadencia propia,los horrores cometidos y las problemáticas sociales, no pergeniaron mejor idea que revertir el descontento nacional, con un megaevento deportivo.Mientras millones de argentinos gritábamos los goles de nuestra selección,entre las sombras de los centros clandestinos de detención y tortura, gritaban de dolor y sufrimiento.
Para recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos….canta León Gieco.
Fiesta y algarabía en la escena de la muerte.Dolor y sufrimiento de un país en terapia intensiva. Afuera, millones de argentinos alimentaban su «orgullo»nacional gritando a los cuatro vientos: goooool !!!Felicidad y desapariciones.Emoción y torturas.
Por ello mi afirmación: podremos hacer cualquier cosa que nos propongamos como país,menos hacer un país normal.Incluso, hasta festejar la ignorancia.
( CONTINUARÁ…)
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