Anoche soñé contigo, fue de muy corto plazo, hubiese querido seguir abrazándote, besándote. Mi mágico príncipe, mi águila inspiradora, dejas una huella en este búnker desolado, aislado a lo que se conoce como lo común. No entiendo en qué momento se volvió efímero, un amor ardiente, lleno de fortaleza, con sus defectos, pero sobre todo con virtudes. Hoy comparto contigo lo que tú mismo hiciste que en mi volviera a nacer, un par de líneas para escritos. Al menos de ellos puedo informarte cuanto te he extraño, desacostumbrar nos a lo que teníamos fijado, a sido un proceso amargo y necesario. Ojalá que pronto vuelva a florecer lo que dejamos a mitad. Tu y yo sabemos que nuestras almas vinieron para estar juntas
OPINIONES Y COMENTARIOS