entre el insomnio y el celular

A las 7 salió corriendo de su casa, quería hacer que se vaya de una vez por todas eso nuevo que se asomaba por sus vísceras y provocaba cortocircuitos entre sus neuronas. Creía en su inocencia e ignorancia que dejando un lugar se alejaría de la plaga, que sudando, que cansándose , que gritando, se apagaría el incendio. Todavía no se sentía tan extraña hacia el resto pero no faltó el sangrado con los años como para saber que su existencia era un horror al cual nadie supo cómo reaccionar. Por aquellos días se veía horrible, estaba hecha de infinito misterio y horribles premoniciones, su mirada era presa del terror. Las páginas comenzaron a pasar cada vez más rápido mientras ella se iba abajo, bien abajo, abajo. Siempre buscando un escape sus vestidos se enganchaban con telarañas gigantes mientras bajaba, bajaba y bajaba. Hasta llegar a su habitación , la cual estaba repleta de residuos y ratas, ya tenía 25 años. Ojalá pudiera relegarlo todo al olvido! se decía a sí misma en aquella sombría cueva en que se llevaban a cabo espantosas revelaciones en formas de sueños hasta que una noche mirándose en el espejo la revelación fue el reflejo, era ella , otro espectro que le contestaba, eran 2 brujas en la noche mirándose como infinitas. De repente creyó que podía junto a ella liberar la angustia de los condenados. Nunca se dio cuenta de que era parte de su trastorno mental , de su delirio. Ya no estuvo sola nunca más. Y este suceso repentino e inesperado le salvó la vida. Muchos hombres han contado cosas espantosas sobre ella , pero esta señorita en su mundo sin algún tipo de conciencia o actividad racional sólo tenía que mirarse al espejo para que alguien más le sonriera y le clavara la mirada a los ojos. Ya no se reconocía, entonces era otra persona la que estaba ahí, en el reflejo.