ENTRE DOS AGUAS (DIVINA LOCURA)

Una chica común y muy corriente, luego de pasar por interminables amores inconclusos, llega a u momento de su vida y decide seguir sola y colocar un alto a ciertas relaciones que no le ha dado mucho que se diga, pero en el fondo de su corazón sabia que había algo aprendido algo, y comienza una nueva etapa en su vida.

Ya no más locuras, se va centrar en ella y un nuevo proyecto que tiene en mente, y deja que todo valla fluyendo poco a poco, pero la chica nunca pensó que pronto todo eso iba a cambiar, ese silencio, esa soledad, en fin todo en un momento le cambio casi en 360 grados, donde ella misma quedo sin respiración.

Pero, por todo lo que se le venía encima, ella iba a tratar de vivir con mucho cuidado sin dañar a nadie y mucho menos salir lastimada ella, ya de eso había tenido bastante, y se dijo nunca lo espere me canse, ahora lo que venga lo vivió y ya.

Y comienza a vivir su relación con ese amor del pasado, el cual estuvo ausente por mas 20 años y un día llego a su puerta y llamo, un poco sorprendida por la situación que jamás pensó vivir, y que de alguna extraña razón el destino la invitaba a dejar a tras tantos prejuicios, y darle rienda suelta al torbellino, de emociones que esa persona le hacía sentir, sin más preámbulos, comienza la primera historia de esa chica.

Al pasar digamos unos 20 años o quizás más, llega a su vida un amor inconcluso donde quizá quedaron palabras, frases, caricias, besos por entregar a esa persona que nunca se dieron, cuando solo eran dos jóvenes, pero por alguna razón no se dio, hoy ya los dos más maduros, con mucha experiencia de parte de los ambos se miran a los ojos y deciden vivir una relación a la manera de ellos, sin etiquetar a nadie ni ponerle un nombre a dicha relación, ella se decía solo me la voy a pasar bien, y en realidad él la iba hacer sentir muy diferente y comienza primero una bella amistad, como diría aquel escritor muy famoso Walter Riso que para que exista una buen relación debe existir tres ingredientes muy importantes Eros(deseo), Philia (amistad) y Agape (ternura),
entres ellos existía eros y philia, tendría que ver si surge ágape que no era tan difícil de que existiera ya que él se la ingeniaba para hacerla sentir muy bien y ella se dejaba llevar por su encanto.

Ella esta súper emocionada, ya que aquel pensamiento con el otro chico de mirada penetrante, estaba desapareciendo y se estaba sintiendo muy segura, pero ella sabía que entre uno y otro, tenía que buscar la seguridad que el amor del pasado le hacía sentir, y es así como los dos viven momentos muy intensos en todo los sentidos y esa amistad que él le hacía sentir era muy agradable conversar con alguien por horas y de temas muy diversos, eso era genial y ella lo estaba disfrutando.

Pero para ella ahora, en su momento de que todo estaba muy claro, de repente entra alguien como un viento huracanado que abre las ventanas y se rompe los vidrios en mil pedazo, entonces ella queda atónica casi sin respiración, pues aquel hombre que una vez le causo tanto misterio y que resulto un gusto incontrolable del cual hubo solo miradas que lo podía decir todo sin decir una palabra, aunque ella como siempre tan insegura de sí misma pensaba que él nunca le iba a corresponder, que solo se iba a quedar en miradas muy profundas y unas sonrisa que a ella la estaba volviendo loca, y más que eso era el descontrol que ese chico ejercía sobre ella.

Ahora llega ese chico de mirada penetrante, y la seduce con un beso del cual ella se quería desprender pero no podía, las piernas le temblaban las respiración se le detuvo por un momento, cuando lo que una vez soñó con el chico de las miradas penetrantes, se estaba haciendo realidad, y ella quería desprenderse de esos brazo que la enloquecía y su cuerpo no respondía, hasta que él la soltó y ella volvió a la realidad y le dijo que por favor se fuera que ella necesitaba procesar todo esto, mientras él decía déjate llevar por favor no piense nada solo déjate llevar, esas palabras le sonaban con himno de pura dulzura que no podía terminar de procesar.

Luego de todo lo anterior, ella ahora se ve entre dos aguas, una que le producía clama, seguridad se puede decir así y la otra todo el descontrol que ella quería dominar y no podía, ese chico de mirada penetrante, le producía temblor en las piernas, le producía un vació inexplicable en el estomago y a la vez una grata sonrisa que le iluminaba hasta la noche más oscura, y se preguntaba cómo alguien podría producir todo esto en segundos, sin que ella pudiera tener control de ella misma y eso la enloquecía, pero ahora no sabía qué hacer, solo que los siguientes encuentros con el chico de la mirada penetrante la dejaba sin aliento y por más que quería decir que NO, todo se volvía como una exquisita gelatina sabor a frambuesa y ella se la quería comer toda, ya no podía mas no tenía fuerza para decir que no y se dejo llevar por ese chico de mirada penetrante.

Ahora, estaba viviendo entre dos aguas que no sabía qué hacer, solo disfrutar de lo que estaba presentando el destino, la vida, la locura o el mismos EROS, que ya había hecho de las suyas, solo se dijo voy a vivir esto, y le pido perdón a todos, al mundo entero, pero la vida es muy corta y quiero disfrutar LA DIVINA LOCURA, QUE EL CHICO DE LA MIRADA PENETRANTE ME PRODUCÍA.