Entre gritos sordos

muero, nazco y vuelvo a morir

no importa como

ni porque 

solo el aire que exhalo 

por ultima primera vez

en la oscuridad destellante

tus ojos carmin

tu risa opacada por los años

el mundo que nos odia

ella que se fue por nostros

nosotros que morimos por ella

al final 

verde

una pradera verde 

sin limites

solo el horizonte 

solo en la pradera

el viento te refresca 

es tarde

no hay donde volver

no hay donde

soledad

acurrucarse

el rocío se levanta 

mueres

solo

frío y húmedo 

y con el sol 

brilla la humedad 

en tus lúgubres pestañas

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