Miles de historias por contar, miles de bocas calladas.

Miles de historias por contar, miles de bocas calladas.

Anggi Pertuz

28/08/2021

«No le digas a nadie», «Si le dices algo a alguien le haré daño a tu familia», «Es tu culpa». «Solo estamos jugando», «Nadie te creerá, porque eres una mentirosa».

Estas son una de las tantas causas, por las que las historias de abuso sexual, no son contadas. Se prefiere callar, para no tener problemas, e incluso, son capaces de hablar pero no creen. Son tantas cosas que influyen en el infante, para que no cuente cuando es víctima de abuso sexual, o piensan que es solo un juego, ya que no cuentan  con la educación sexual suficiente. Creando así, a adultos con traumas y sin buena salud mental, llevando esa carga solos, sin apoyo de nadie, 10.689 niños y niñas fueron víctimas de abuso sexual en Colombia, en el año 2019. Gracias a que no hay confianza o comunicación suficiente de madre-niña, solo hacen 4.000 denuncias al año y en los casos de abuso sexual, el 70% no llega si quiera al juicio oral. Más que todo, las niñas son las víctimas más frecuentes, abusadas por miembros de su familia más que todo, aprendiendo a convivir con su agresor, muy pocas se atreven a contarlo, aún así, les dicen que se callen para no tener «problemas familiares». La mayoría de los agresores sexuales, están en las calles, dañando la infancia e inocencia de las niñas, haciéndolas creer que es su culpa lo que pasó. A medida que crecen, su trauma va incrementando y si no reciben ayuda psicológica, crecen con  una baja autoestima, miedos, sentimiento de suciedad, vergüenza, culpabilidad, hipersexualización o temor al sexo, anorexia, depresión, psicosis, dificultades para relacionarse, dependencia, drogadicción, autolesiones, o tentativa de suicidio. 

El abuso, marca para toda la vida y aunque se quisiese borrar ese suceso, siempre llegarán los recuerdos de cualquier forma.

Esto es un tema muy extenso que abarca muchas áreas. 

Aunque, no se le puede volver la inocencia o no se le puede brindar una infancia feliz a las víctimas de abuso sexual. Se pueden hacer actos para prevenirlos. Desde tener una sana comunicación con tu hijo, que se base en la confianza, que pueda conocer su cuerpo y saber sobre el consentimiento y que cada que haya comportamientos extraños de un adulto con un menor, se pueda denunciar. Críen a sus hijos y enséñenles a respetar el consentimiento, críen niños que cuando crezcan, sepan respetar el espacio personal de los demás. Eduquen no solo para que sean profesionales, si no para que sean personas ejemplares.

 No sigamos dejando a degenerados, pedófilos y violadores en las calles, merecen estar privados de la libertad y que les caigan todas las consecuencias de sus actos.

Seamos personas que empaticen con la persona abusada, apoyemos más, para dejar el miedo de hablar. Apoyemos más para que nuestra palabra no se ponga en duda y empaticemos más, para que no hayan más adultos con traumas de abuso. Si no que, puedan ser felices y gozar de su vida sin tener que superar recuerdos horrorosos que hayan cambiado su vida.

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