Transgresor y bello
con tu desvergonzado pompadour,
ibas por la vida
como un punk:
un bello nemátodo
renegando de todo y de todos,
cínico, taciturno y pesimista
d e s a l e n t a d o r
y alimentándote de huéspedes asimilistas
y de teorías schopenhauerianas
y mainländerianas.
Querido mío, debo confesarte algo:
siento envidia de Boué
que con sus manos recorrió
tantas veces tu cuerpo,
que sus brazos te envolvieron,
te enrollaron,
te asfixiaron y estrangularon
u n a y o t r a y o t r a v e z;
pero muerto estás y
ella es un cadáver más
mientras a mí me queda imaginarte,
verte en imágenes,
imaginar tu timbre de voz,
tu perfecto francés,
tu maldita pasividad
tu eterna indiferencia
e incluso la cotidianidad
de tu aversión hacia la humanidad,
tu hartazgo y tu olor
t u s a b o r
Cada que te leo
es como si estuvieras a mi lado:
repugnándonos mutuamente, mi amor.
OPINIONES Y COMENTARIOS