TIO JORGE EL TAXISTA

La noche estaba muy tranquila, eran aproximadamente a las 11:45pm, cuando el tío Jorge, un señor no mayo de 60 años, montado en su taxi estaba por terminar su día y hacer un último viaje, esperando encontrar algún cliente rezagado por ahí. Todo marchaba de maravilla en esa noche tranquila, cuando de repente no a muy lejos diviso a una persona andando a la orilla de la carretera, piso a fondo el acelerador para aproximarse rápidamente a aquel bulto que claramente, al irse acercando noto que era una señorita aproximadamente de unos 25 años. El tío, no muy convencido de que una joven desconocida anduviera por las calles a altas horas de la noche, sola y caminando sin rumbo fijo por el filo de la carretera, se estuviera paseando por ahi a esas altas horas, ya que en el pueblo todo el mundo se conocía,  Pero se acordó que por esos rumbos se encontraban unos negocios de la vida galante, algunos table dance, bares y cantinas, por lo que tal vez ella era una trabajadora de alguno de esos lugares y al tío se le hizo lógico. entonces el muy tranquilo y con calma se le aproximo y la saludo: 

-Buenas noches hija, ¿hacia donde te diriges?, 

-buenas noches tío, voy para mi casa-

-¿qué haces tan sola en la calle a estas horas?,- 

-es que se me hizo tarde en el trabajo y ya no encontré taxi-

-pues bueno hija, ya estoy aquí sube-

La joven tranquilamente subió al taxi con toda confianza y le dio su dirección,  el tío Jorge se sorprendió por lo retirado del lugar en donde ella vivía, y el lugar en el que ella se encontraba. pues sin pensarlo mas, piso a fondo y se pospusieron a dar marcha al domicilio de la señorita. En el camino el tío comenzó a hacerle platica a la joven, ya saben, lo clásico de los taxistas: ¿cómo se llama?, ¿cuánto años tiene?, ¿a que se dedica?, etc. para hacer un poco mas amena el viaje. y así transcurrieron los minutos hasta que por fin llegaron. El tío observo su casa, una casa de ladrillos ya muy viejita, de tejas, con esas enormes puertas de madera que casi ocupaban la mitad de la casa, una clásica casa colonial por así decirlo. pero al fin llegaron. El tío al cobrarse del viaje,  esta le dijo que si lo esperara un momento, que tenia que entrar a su casa por más efectivo, por que lo que ella traia no era suficiente para pagarle, el tío sin problemas le dijo que sí, que la esperaba; el se acomodo un momento en su asiento, se prendió un cigarrillo, subió algo leve el volumen de su radio para relajarse, pero, pasaron diez, quince, veinticinco minutos y la joven no aparecía, el tío un poco preocupado pensando que la joven le había visto la cara ya no saldría, tuvo que bajar e ir directo hacia esa enorme puerta para tocarla y ver que es lo que ocurría. Del escándalo que ocasiono a los pocos minutos aparecieron una pareja de ancianos, un poco asustados por el ruido ocasionado del tío Jorge, le preguntaron:

– buenas noches hijo ¿que se te ofrece?

el tio Jorge les respondió:

-buenas noches, disculpen las molestias, lo que pasa es que hice un viaje a una señorita, no se si sea su hija pero entro a esta casa por dinero para pagarme, pero llevo mas de veinticinco minutos esperando y no a salido-

-si hijo, espera un momento, nosotros te pagaremos.

los ancianos sin cuestionar mas, y con toda tranquilidad se metieron a su casa y momentos después salieron con una fotografía en las manos, se la mostraron a tío Jorge y le preguntaron:

– ¿de casualidad esta es la señorita a la que usted trajo a mi casa?

el tío un poco asombrado  y asustado movio la cabeza en forma de que sí, precisamente era ella.

a lo que los ancianos respondieron:

-mira hijo, si, esta joven a la que usted trajo a mi casa es nuestra hija, pero hace 20 años que ella falleció en un accidente automovilístico en el lugar en donde la levantaste y todos los días ella regresa casa, no te asustes hijo, y gracias por traer a nuestra hija de vuelta.

El tio Jorge sin palabras, realmente asustado, se despidió de los ancianos, salió de ahi cómo rayo, llego a su casa a despertar a su familia y contar lo que había vivido y que aun no lo podía creer, con decirles que ni cobro el viaje, pero hasta la fecha aun se cuentan historias de tío Jorge y su taxi.

fin..