Sí te quiero

Sí te quiero, sí te quise, pero cariño, No puedes corresponderme, tus campos ya están minados, ya han florecido en ellas los cráteres que deja una explosión, ya se han creado los brotes de otro corazón.

Sí te quise… entre mis manos, así como enlazas tus dedos entre las mías, y rebosan así los lagos de pasión, corren y galopan con gran esfuerzo entre el abismo de una oscuridad, la cueva menos gélida que tu conozcas y corren entre los túneles cada una de tus huellas, pasan moviéndose de derecha a izquierda, solo quieres escucharme, solo quieres escuchar mi voz fuera de este monte.

Sí te quise, con tu boca en mi cuello, que importa si los lienzos se recuestan o se cuelgan por las paredes como las pinturas, así pintamos con nuestros caballetes en apoyo, un lugar donde el sonido ya se ha ido pero a lo lejos se escucha como mito un gemido.

Sí te quiero, sí te quiero como para que estés cada día conmigo, para que quememos nuestros brazos con las guarniciones que dejas sobre la mesa, donde me recargo para poderte admirar, pesa tanto tu pecho sobre el mío, deja que tus municiones sobre la mesa. Deja que me recueste un poco aunque arda, tu recuéstate en mi espalda, a lo lejos tal vez…

Sí te quiero porque tú me quieres, pero nos separa la entrega de nuestra vida, tú cargando con un arma en tus manos, yo tocando con mis manos la música que en el día escuchas, sí me quieres pero tus campos ya están minados, yo soy ciega y no puedo ver por más que intento, el camino está nublado. Intento no caer en la trapa que me mata. Pero me mata no caer en ti. Sí te quiero.

¡Sí te quiero!

-Kristel.

-Tus manos y corazón tan grandes como alas de Águila.