Qué nos pasa con los hijos

Hijos, hijos que se nos parecen,

Como si quisieran ser uno mismo,

Corazones semejantes engendrados

Sin otra intención que no fuera evitar

La dura soledad de no tener a nadie.

Y entonces aparecen estos pequeños

Sujetos locos y el alma se expande,

Pues nada hay como tenerlos ahí,

Allá, por todas partes gateando,

Corriendo, saltando y desordenando

Lo que era nuestro acotado mundo,

Acotado mundo mezquino soltero,

Cancelado para siempre por ellos.

Y ya nunca seremos como antes

Desde que llegaron a cambiarnos.

Los hijos, primero, nos enseñan,

Luego, recién, podemos educarles.

Nos enseñan que a nuestro mundo

Llegaron nuevos pobladores hambrientos

De amor y respeto, comida y cuidados.

Recién allí, aceptando el reto,

Podrás decirte hombre y padre,

Recién allí podrás educarles.

Primero se aprende;

luego se enseña.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS