para la tarde
en la que la luz se hace oscura
donde la luna cubre el sol
y las estrellas no se asoman.
Para la tarde
donde un cielo despejado,
de nubes y aves
Del todo y la nada
De ti y de mí.
Cuando la luna pide calor
Y el sol no calienta,
Ya que el calor lo roba
-con siniestra astucia –
La misma luna y su sombra.
Para mis días
Que son más tuyos que míos
Que son dolor y alivio
Que son de tus ojos y de su brillo.
Al alba de la noche y la espera
Donde el sol da su último grito de vida,
Y la tierra brilla a la orilla de ti
Y por un momento se muere el tiempo.
para esta tarde
Que se va a paso lento,
Que te mira
Y, por breves momentos,
No necesito nada.
Nada me garantiza el cielo
Aunque al estar contigo, no se,
No sé si el infierno es cierto.
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