INTENTO AMARTE

Yo ya no puedo triunfar en esta vida, siento que todo recae sobre mis heridas, entre las piernas, entre las manos… todo sangra y nada se detiene.

Intento amarte y necesito que la musique ahogue mis sonidos corporales, que deje de latirme el corazón y poder escucharte, siento como la sangre me recorre cada vena de las piernas, los muslos me tiemblan y no puedo encontrarme en este camino cotidiano.

Me aturde todo lo que está sucediendo y no abarca dentro de mí cada latir ahogado de la batería, ¡DÉJAME SENTIR ALGO MIERDA! Haz que lata cada vez más intenso este pecho, que sienta que va a reventarme el pecho, que las costillas se me van abrir hacia enfrente, que por la espalda se me clavará una daga que por fin me haga sentir algo. 

Siempre voy a fracasar en los caminos del mar, no puedo saciarme ni de ti, tus manos no van a dejar de hacerme solo cosquillas, tócame donde quieras, no podrás generar en mi ningún movimiento, solo podría romperte la nariz o el corazón. Dime cuál prefieres, siento que me estoy orillando hacia los barandales de este maldito puente, no sirvo para nada.

Intento amarte en serio, pero ni la fuerza de voluntad que me quedaba para servir a mi gente me ha ayudado para poder buscarte a ti cada mañana, porque Intento, en verdad que dentro de mi mente se desata el galope de cada caballo veloz de cada ejército fuerte que tú puedas contar, y aceleramos todos al ritmo de los primeros jinetes, colócate tu maldito uniforme y hazme de los mejores guerreros, haz que la música que entra en mis oídos pueda hacerme sangrar, déjame sentir.

Y repito cada vez más fuerte esta canción, para ya no escuchar las palabras, para meterme un cuchillo entre los tímpanos, para arrancarme con las uñas estos ojos que no me dejan ver, porque pudiendo ver entre los arbustos de la noche, no puedo ver si en verdad alguien me amaba, destinada a perder y a ganar, elegí el camino equivocado y esta cosa sigue entrando dentro de mi, DEJA DE SENTIR ESE IMPULSO. Impulso de la música en mi cabeza, vida solo hay una, y yo no eligo más que aprender a golpes, los que quieras ponerme en el vientre, los que quieras encajar en mi espalda, pica una vez, pica a matar.

Que me limpie la piedra del acantilado, que pueda ahogarme la lluvia torrencial que tú pareces evitar mandarme, quiero amarte en verdad, déjame buscarte… deja que estos ojos se declaren ciegos ahora para poder buscarte, el mismo pecado me va a perseguir, cada noche, porque es lo que merezco, es lo que he estado buscándome por no tener tu protección. 

Ya no puedo llorar, ya no puedo sentir, y ayer nada pude dejar salir, solo pude reírme… y a pudrirse internamente comienza cada órgano… empezamos a dejar cada ovario en cada mano, deja que caiga cada célula entre mis ojos, déjame ver de que puedo estar hecha, déjame triunfar, dame ese triunfo en la vida. Déjame amarte.

Este grito interno va a dejarme sorda, este grito interno va a desmembrarme, quiero sentirte.

Porque sé que estás viéndome, dame tu mano por favor, estoy intentando extenderte la mía, rescátame de donde estoy, de donde Intento salir cada día. A veces, busco refugiarme bajo la misma cueva, en vez de buscar el sostén de tus amplias alas, retumba cada vez más la rama en ese centro que me hace retumbar por dentro. Que llueva, que fluya, que vuele, que se esfume pero Tú jamás me dejes.

No puedo decirle nada a nadie, me está consumiendo esta maldad cada vez más sigiloso y yo ya no siento cuando ocurre, lleno mis manos de sangre, me desaparezco sin saber que ocurrió, despierto sin saber que pasó en días pasados, este trastorno me consume, negro, tan pesado… ese pecado es mi talón de Aquiles… no quiero nada más intenso que esto, ya no podría.

Nadie va a poder rescatarme de este puente, los carros me miran como si fuese a matarme… Tranquilos, no haré nada hoy, hace mucho calor. Mañana tal vez.

Sabes mi nombre completo, sabes mi color preferido, déjame verte entre esas letras, susúrrame al oído que puedes escucharme, dime que puedes darme otra oportunidad… sé que puedes, pero ¿Quieres?

No voy a consumirme más, ya me habías ayudado y yo no pude verlo, no pude escucharte. Pero ahora lo hago, ayúdame, déjame sentirte… déjame amarte.

-Kristel.