A veces lo abrasador de la humanidad nos encandila. Muchas otras veces nos asfixia.
Estoy cansada de narrar situaciones, de empezar reflexionando.
No me gusta escribir así, tampoco se escribir de otra manera.
Me siento en la obligación de darte las palabras que te mereces pero tampoco alcanzan -y mucho menos te hacen justicia-
Podría hablar de enojo, de tristeza, de compañerismo. De acompañamiento, de sostén, de amistad.
Podría hablar de todo lo que ya sabés.
Podría hablar de tus virtudes e intelecto tanto psíquico como sentimental.
Podría decirte que esa división absurda no existe.
Podría hablarte de tus defectos y demandas de reconocimiento, pero también las tengo.
En resumidas cuentas, como poder podríamos conquistar el mundo o tirarnos a reír en el llano más verde y florido que encontráramos.
Juntas somos potencia, somos vida
somos ese amor que le falta al mundo, que motoriza
y no se si eso tuyo podría existir sin nosotras y viceversa
por eso te digo que esto que intento explicar es una boludes
pero acá voy, cagándome en todo como siempre
pero dando lo mejor de mi, también como siempre
para que esto que arranqué, que parecía narrado
termine como un poema
como tu poema, poema de amor
que te mereces, pero que no te va alcanzar
porque nadie se puede mirar el ombligo
y el amor tampoco
y mucho menos si viene de la flor
más linda y buena del jardín
la que revive a las hojas resecas y las abraza
la que les canta una canción
y las condena a amar vivir.
OPINIONES Y COMENTARIOS