Desde las gradas reviso tu bateo impuro 

Glaseado en el dulce canto de tus palabras falsas 

Gigantes los oídos que te escuchaban 

pequeños los delirios de otras personas

Al lado de los tuyos que hacian tu sombra junto a la mía

Sombra que formó la obscuridad de la duda

Dudar de ti no es un pecado

Pero peco al pensarte real

Al creer una falasia que lleno mis ojos

Ojos que movieron tu planeta implacable

Como el árbol frente al viento 

lejos como el sol

Cerca como el aire que respiro

odiado como la costumbre de la serotonina que me dabas

dopamina de los días nublados

cafe que me quita el sueño

Alcohol de los días tristes, y tristeza de mis días.

vulelvete mi noche

Noche del sol de mi autoestima

cuando no está estás tú, y me condicionado a cambiar.

adios mi vida. Adiós mi suerte de tenerte 

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