EL EXTRAÑO CASO DE JUM

Preámbulo

¿Creéis en lo que no se ve?

Más allá de nuestras vidas, hay otra vida más. La vida de los muertos. Esta novela, enciende la llama al universo del inframundo, donde los seres vivos, solo son una proyección esteral, donde la realidad, es solo ficción, donde todo lo ves y nada es cierto… Bienvenidos/as…

EL EXTRAÑO CASO DE JUM…

EL EXTRAÑO CASO DE JUM

Tendido en mi lecho, acurrucado con mi propio cuerpo, entre sábanas de lienzo y la misma frazada dorada…esperaba a que entrara por la ventana de su misma habitación, los rayos relucientes de sol, que hacía que aquella habitación de poca intensidad de luz, se hiciera mágica poco a poco por el haz de sol que le cubría como un haz de luz, mañanero.

Jum “, pegó un pequeño brinco en su propio lecho y con una pequeña sonrisa mañanera da un pequeño bostezo salió de su boca con signo de no haber dormido bien esa noche.

Su ensañamiento sobre las circunstancias cotidianas de la vida se la hacía un holocausto, tanto que parecía que se le avía vuelto como una ofuscación absurda, que ni él, ni el propio universo, que le rodeaba lo entendían.

Como todos los días, su contemplación atenta sobre la ventana empapada de restos de gotas ya pasajeras y casi consumidas de lo que era antes una fría y tormentosa noche otoñal, observo como el arcoíris sobre el horizonte de la montaña, atravesaba la propia ventana, hasta llegar a su propio lecho.

La mirada de Jum, estaba inducida por aquel mágico momento, pero algo se desvaneció en ese mismo momento, como si fuera una gota en el vacío, pero sin llegar a tocar el suelo. Jum, sobresalta y entra en un estado de intranquilidad inminente.

Su inseguridad inmoral, hace que se gire muy lentamente. La situación que estaba viviendo en ese momento, le pilló desprevenido al no saber lo que podía ser ese ruido. Mira ambos lados y se da cuenta que unos viejos libros que anteriormente, permanecía en una pequeña estantería… ahora permanecía tirados sobre la superficie del habitáculo. Jum suspiro de alivio al saber, que solo se trataba de unos simples libros.

Al oír ese fuerte estruendo desde abajo “Enara”, asustada sube rápidamente la escalera, Desde el salón de estar que ella solía refugiarse, hasta llegar a la habitación de Jum. Sin llamar a la puerta entra de sopetón.

-Jum, hijo… ¿Va todo bien?-pregunta Enara con más serenidad.

-Jum, se quedó boquiabierto al ver la reacción de su madre y apresuradamente contesta:

-Sí mama- tan solo era este estante que el tiempo ha deteriorado y finalmente ha cedido, cayendo al suelo y con ello estos viejos libros-. Contesta con rapidez al mismo tiempo que sostenía algunos de los libros sobre su mano.

Sin apartar la vista de la habitación y aun con el síntoma del miedo escénico en sus huesos… Enara, temblosamente decide salir de aquel habitáculo sin mirar atrás. Con el aire escalofriantemente sobre el ambiente de aquel lugar, bajo las escaleras de la casa que daba lugar al salón de la casa donde Enara pasaba horas y horas redactando aquel libro que ansiosamente redactaba. Le conllevaba horas para proporcionar algunos versos escritos. Pero no se daba por vencida en ningún momento. Sabía que lo terminaría pronto. Con su logro y valor, vería su novela pronto la luz.

Tras el susto que conllevo a uno y al otro hacia lo que sería el miedo escénico…el tiempo se paró esporádicamente. El silencio se apoderaba de aquel habitáculo. Inmóvil Jum quedó, sin olvidarse lo sucedido anteriormente. Suspira profundamente y decide ordenar la estantería. A continuación, recoloca los viejos libros. Jum, se da cuenta que necesitaba unas cajas vacías para poner provisionalmente los libros sobrantes ya, que no tenía espacio en aquel estante.

– Pero… ¿dónde puedo conseguirlo?- Jum, piensa en su pregunta y contesta casi de inmediato.

-¡Claro… el desván!

Jum, se dirigió al desván donde todo permanecía guardado .Trastos inutilizables que al paso del tiempo permanecían en el desván olvidados entre polvo y tiras de telarañas.

Tras llegar a la guarida perfecta, puso mirada fija a su destino y por un instante se quedó paralizado al recordar que hacía años que no pisaba al desván por miedo a su propio temor.

Suspiro y puso camino a su destino. Alarga el brazo y con la mano abre la trampilla del desván. La puerta responde con un estruendo al abrirse y la oscuridad invadía aquel habitáculo teñido de soledad.

Jum, dio un paso hacia adelante, poniendo fin a su peor enemigo la oscuridad.

De repente escuchó un estruendo fuerte retumbando con gran intensidad el haz de luz aquel desván. El ruido intenso fue tal que las vidrieras de las ventanas retumbaron al intercalar aquel ruido intenso.

Jum, sobresaltó al escuchar aquel ruido inmenso, saliéndole un grito desgarrador sobre su propia garganta.

Pero su intranquilidad, pasaría aun estado de tranquilidad, al encontrar un interruptor incrustado en la pared.

-¡Uff!-un pequeño suspiro sale de su boca.

Jum, decidió dar un paso hacia adelante aun viendo lo, que había ocurrido, corriendo el riesgo de que pasara algo fuera de lugar en aquel desván, desolador. Jum, ante la duda miro ambos lados del desván, por si pasaba alguna cosa aterradora o veía algo fuera de lo normal.

Tras el susto que conllevo a su propio parón… Jum, observo determinadamente cada rincón de aquel desván, conllevándolo su propia mirada a su destino. Un montón de cajas viejas sobre aquel suelo, desgastado por los pasos de los años. Jum, suspiro de alivio en aquel momento, pero no todo termino aquí. De repente una brisa fresca, conllevó a una ráfaga de viento quebrando aquel ventanal. La fuerza del viento movió la lámpara que contenía aquella bombilla e hizo que estallara en mil pedazos, expandiendo los pequeños trozos de cristal por el suelo.

Jum, gritó con garra, para salir de aquel negror con salida a los infernos que hundía por completo aquel viejo desván. Las moléculas de polvo invadían casi por completo su rostro, dejando aciagas por un instante.

Jum, tosió con intensidad al verse asombrado por una nube intensa que entorpeció su camino dejándolo aturdido al instante.

Jum, en completa oscuridad cayó al suelo casi de inmediato sin poder hacer nada por evitarlo, ahogándose por ese humo maldito.

En la inmensidad del abismo, su desesperación por intentar abrir los ojos, sin lograr una visión .Una sombra aterradora invadía sus pupilas, con mirada turbia ante aquella escena y sin lograr descifrar aquel objeto Jum, luchaba por obtener una visión completa, mientras aquella cosa se acercaba lentamente a su lado. Jum, por un intento de desesperación huyo de aquel mal toxico que había invadido su rostro logrando su permanente su visión.

Jum, tras a verlo logrado, identificó en la misma penumbra, una sombra tenebrosa que invadió su visión. En las puerta de un mal ajeno se veía un payaso convertido en muñeco, con risa diabólica invadiendo los movimiento de Jum, dejándolo inmóvil por un instante.

Su reacción esporádica, le dio tiempo a la identificación de aquel insignificante objeto.

De esa misma manera, le dio tiempo a huir, aterrado, hasta conseguir su guarida perfecta, una puerta frente a él. Esa puerta conducía a un armario de color marrón pálido.

Sin pensarlo, decidió introducirse en el interior del armario, cerrando a su vez la puerta de un solo golpe, quedando Jum en el interior en su total oscuridad.

Por un instante permaneció en silencio, sin escuchar ni un solo ruido a su alrededor.

De repente un fuerte crujido sobre el suelo de madera laminado, se deja escuchar sin previo aviso.

Jum, queda tembloso por aquel suceso que atacaba su cuerpo. Con torpeza introdujo uno de sus ojos por una de las rejillas del armario que daba al exterior del desván.

No obtiene ninguna visión.

En su total Espera, los nanosegundos se contenían, abrumando su propia agonía. Su único objetivo en su mente…la escapatoria hacia el exterior. Tímidamente asomándose abrió lentamente la puerta. El ruido, rechinador de la puerta llamo la atención de aquel ser diabólico, recorriendo todo el desván, como si fuera una luz ajena al mundo de los vivos… se dirigió a su presa, pillando a jum desprevenido. Un grito desgarrador salió de su garganta sin previo olvido de aquella cosa. Una risa de fondo susurraba, como si de viento se tratase invadiendo la personalidad de Jum, a la misma vez Jum gritaba a la desesperada. Una luz natural penetro las entrañas de aquel desván, dejando al descubierto en su totalidad, el semblante del “payaso”, con rostro desfigurado, atacado por los años, que permaneció en aquel lugar polvoriento.

Jum quedo inmóvil tras aquella escena, mientras el payaso maléfico se acercaba lentamente. Jum dio unos pasos hacia atrás, mientras aquella cosa se acercaba lentamente cada vez más, hasta que Jum no pudo dar más pasos hacia atrás ya, que uno de sus pies, tropezaba contra la esquina de aquella pared.

Asustado Jum se quedó acorralado, sin salida, en aquella pared sucia y desolada. De repente su cuerpo se balanceo hacia atrás, quedando su cuerpo en el aire.

Aquella pared quedo abierta hacia un espacio virtual cuyo interior brillaba con un halo de luz.

Jum, reacciono lentamente girando su cuello, a la misma vez que se levantaba.

Aturdido por aquel acto… traspasó la realidad por la irrealidad de aquel acto, pasando a un universo tridimensional, traspasando la corriente de la luz, a la velocidad del acto brusco de ese fenómeno.

Parámetros estancados en el suelo, sin existencia de movimientos. Un eco sobrecogedor le cogió sus manos sin poder escapar de aquella cosa.

Sin más, no pudo remediar perderse por completo en aquel lugar terrorífico, repleta de maldad procedente de un mal ajeno, inexistente. Mientras tanto el payaso reía en su inmensidad comunal.

La puerta hacia lo que sería la escapatoria definitiva… queda sellada, sin poderla ya abrirla.

Una inmensa oscuridad se apoderaba del cuerpo de jum, perdido en lo más profundo de aquella oscuridad inminente, procedente de aquel pasillo terroríficamente siniestro. Miles de penumbras y lamentos, atormentaban al angustiado jum. Sin poder evitar entrar a las profundidades, de un mundo sin luz, donde no jamás podría regresar al mundo de los vivos.

Miles de manos salían de las paredes, llegando a tocar el semblante de Jum.

Cuerpos sin vida aparecían de la nada, interponiéndose en el camino de Jum. Sin poderlo remediar Jum cerró los ojos para no poderlos ver, pero él poderío de aquel lugar, se le atrapaba por completo entre lágrimas y sufrimientos que corrían por sus cuerpos.

De repente un cambio respectivo de aquel lugar, cambia por completo.

Jum envuelto en sombras que cubrían su semblante, y parte de su cuerpo, desaparecen sin efecto ni causa, manteniendo el silencio que cubría por completo los oídos de Jum.Las luces de aquel pasillo tormentoso, se apagaban poco a poco descendiendo la intensidad de la luz, hasta tocar la profundidad del abismó de la propia oscuridad.

Un extraño suceso sucede al instante. El ruido de un timbre fuera del armario, activa todas las alarmas.

Tocan el timbre de la puerta de afuera de la casa de Jum.

Mientras que Jum se queda en la completa oscuridad…el regreso a la realidad, vuelve acompañada por la visita imprevista de su amiga “Amavel”.

El ruido desesperante del timbre, despierta la desesperación de Amavel.

-¡Vamos abre la puerta, vamos, vamos…!-piensa para ella misma.

Enara remediablemente se quedó dormida entre el fuego de la chimenea, algo le hizo que se quedara totalmente relajada en su sofá de terciopelo, de color crema, su favorito para olvidar las penas acumuladas estos días.

El hilo de la realidad, era solo una lucidez de la propia realidad que Enara estaba sufriendo. Con solo leer su libro favorito el “olvido del regreso de la verdad”, la inducia a una falsa morada.

Así era como se llamaba el libro cuyo género era baste probable al reflejo suyo, como si de un espejo se tratase su propia descripción.

-¿Hay alguien ahí?- Insiste Amavel, embriagada en su total desesperación con que le abran la puerta. Pero como el modo del “timbre “empleado no funcionaba, opto por golpear la puerta una y otra vez, pero su actuación era fallida.

Miro atreves de la cristalera de la ventana donde las cortinas permanecían todavía cerrada y más a estas horas que contemplaba el sol, era un caso extraño ya que de hecho el hecho de estar cerradas las cortinas le hacía sospechar de que algo iba mal.

-¡Qué extraño sí nunca están cerradas!, ¿Y hoy porque lo están? -Uff exhala.

Y en un umbral de pensamiento instantáneo, Encara decide coger una piedra hallada en el jardín, de grandes dimensiones y si pensarlo decide romper la cristalera que conducía al salón de estar.

Un fuerte crujido avisa que el objetivo proyectado de Amavel lo avía atravesado.

Por un instante Amavel, se queda perpleja por su acto, pero no tenía otra salida.

Da un paso firme hacia el cristal roto, seguidamente tiene un pequeño tropiezo con una raíz sobresaliente que salía al ras de la tierra.

Tropieza y cae al suelo.

-¡Ay! -Se reprime dolorida.

Agarrándose la misma vez de su pierna, se levanta el pantalón vaquero de color azul se lo remanga para ver si tiene algún rasguño o herida.

Una pequeña herida no muy profunda, invade su piel, dañada, y rasguñada por el tropiezo que la ha causado.

-¡Mierda!- exclama dolorida.

Suspira profundamente e intenta levantarse pero sin logro.

Amavel, se queda en blanco, cogida a la misma vez su pierna que queda vez se ponía morada a causa del golpe sufrido.

Mira por un instante el cielo, culminada por el dolor y ve como una nube color gris invaden sus ojos color celeste.

Estupefacta por el hecho se queda fijamente, invadida por el acto extraño .De repente deja de mirar el cielo, y sin medir ningún gesto, ni una sola palabra… una parvada de cuervos, aterrizan sobre ella, como si se tratase de una bala de color negro, intentan cargar su ira contra ella, sin ella poder reaccionar y gritando por la desesperación por la supervivencia hizo hincapié para poder apartar a los cuervos.

Cierra los ojos por un momento. Al instante los abre, ni rastro de los cuervos.

Los cuervos desaparecieron sin más medida y Amavel, no termina de asimilar lo, que ha ocurrido.

Amavel se levanta del suelo, sucia del barro del suelo e inicia el camino hacia la casa. Pero un paso más adelante con la mano entre la pierna y arrastrándola sobre el suelo… pisa en mano una trampilla oculta entre la tierra del suelo y matorrales, cayendo al vacío sin poderlo evitar.

Una trampa perfecta, para una víctima inofensiva y un peligro inesperado para ella.

El fuerte golpe al caer al suelo hace, que Amavel, quede inconsciente en el suelo en total oscuridad, cayendo en un silencio oculto.

Repentinamente, unas fuertes pisadas sobre la superficie del suelo hacen crujir la madera del suelo.

Se trataba de una especie de habitáculo, como de un sótano de una casa.

Con humedad acumulada y telarañas por las paredes colganderas se mezclaban con unolor desagradable sobre el ambiente.

Un olor a madera humedecida recorre el habitáculo, recorriendo los sentidos de aquella habitación.

Las fuertes pisadas no cedían, y van más allá de la realidad ya, que se aproximaban, cada vez más.

Ruidos de cadenas, arrastradas por los suelos y ruidos de motores encendidos… enciendan, una tenue la luz, que poco a poco, iba alumbrándose casi al instante, descubriéndose así una sombra de color negra sin apenas ver el semblante de aquel espectro.

Una sombra bajo el umbral de aquel vestíbulo, revestía de color negro pálido cubría su alma, anda unos pasos con sus elegantes zapatos negros, unos zapatos tipo elegantes con algo de punta sobresalientes, hasta tropezar con el cuerpo inconsciente Amavel.

Se inclina frente al cuerpo, extiende los brazos para coger el cuerpo hallado en el suelo y hace un esfuerzo para no tambalearse y entre sus brazos esta Amavel.

El hombre con capucha, comienza andar con el cuerpo entre sus brazos, atravesando un pasillo, frio y helado como sí hubiera ventanales abiertos en par en par, hasta una habitación contigua.

La habitación, contenía una camilla estilo hospitalaria, con un foco de luz de poca intensidad, entre eso había como cuerdas para manos y pies cuyo principal misión inmovilizar al cuerpo.

El habitáculo era escalofriante, helada sin cortinas pero a la misma vez son ventanas, no había salida por ningún lado además también contenía, como puertas conjuntas estilo habitación pero no se apreciaba con seguridad.

El hombre con capucha, al llegar da pasos firmes y se dirige a la camilla donde ubica el cuerpo de Amavel. Allí permanecería encerrada, atada de pies y manos sin poder ya escapar, de su propia guarida.

Mientras el hombre con capucha la dejaba allí encerrada para que cuando volviera, acabar cuanto antes con la vida de Amavel.

La nueva ira sobre él, empezaba hacer efecto y su propio ego, le conduciría a su propia locura.

Enara, continuaba dormida bajo el umbral del fuego, saliente de la chimenea de la casa. Espontáneamente, un coche color plata se dirigía hacia la casa.

Sin aparentemente saber quién era las luces del coche se apoderaban del portal de la casa alumbrando a la misma vez parte de la casa.

El motor del coche se para repentinamente dejando estacionado el coche con las luces apagadas en el portal de la casa.

Un deportivo color blanco, con unas largas piernas que contenían un pantalón vaquero de pitillo, y su largo cuerpo se deja ver.

Es “Ager”, el amigo de “Enara”.

Con su camiseta de botones color gris blanquecino se dejaba ver, dirigiéndose a la puerta de la casa.

Unas baldosas sobresalientes se dejaban ver ocultas que sobresalen del suelo de la casa.

Ager tropieza repentinamente pero sin causarse daños sobre él.

¡Todo queda en un susto!

A continuación, se dirige a tocar el timbre de la puerta, arreglándose a la misma vez la corbata de seda que contenía en su mismo cuello.

Por un fragmento de segundo, se queda esperando a que le abrieran la puerta, pero el resultado final, es un fracaso permanente. Todo queda en silencio, escuchándose de fondo el aire fresco, que sopla a la deriva, pero ese silencio se rompe con una neblina repentina, que culmina el cielo alrededor de la casa, con extrañas luces parpadeantes.

Ager queda boquiabierto ante aquel asombro, sin poder moverse sobre su mismo eje.

Una niebla espesa se apodera del jardín, cubriéndole sus pies por completo.

Beny pacheco herrero

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