INFORME DE LA EDUCACIÓN EN ARGENTINA. PARTE I

«El más mortal de todos los pecados es la mutilación del espíritu de un niño»

Erik Erikson

En estas segundas intervenciones muchas de las preguntas formuladas en el primer informe se repiten. ¿El rol docente esta desdibujado? ¿Qué función cumple la familia en el acompañamiento del niño? ¿Y el contexto? ¿Cómo mantener la atención y el respeto de los alumnos sin ser autoritario? ¿Los castigos, amenazas y normas constituyen una matriz en el niño?

Debido a su marcada indisciplina, realizar una labor educadora y significativa pareciera ser un desafío de olimpiada, demás está decir que cualquier reto o sanción es en vano. A modo de graficar la situación en el aula frente a una orden del docente: “Franco hace la tarea” “Franco sentate” “Franco no le pegues a Maxi” por dentro él sigue escuchando la voz de su madre que cada mañana le repite “si queres, si queres…”. ¿Una respuesta tal proviniendo del adulto responsable supondría ser escandalosa? Una respuesta así es la que tiene Franco todos los días, y muchos Francos más… ¿Qué puede hacer un docente ante un niño para el cual ir a la escuela es como ir la plaza o a la esquina cuándo y cómo quiera?

Ante la situación me surgen diversas preguntas respecto a la función de educador. ¿Qué representa la educación para estos niños y para su familia? ¿Hay una familia, un contexto y un educador modelo para lo cual fuimos formados? Bernardo Kliskberg dice al respecto de la familia “hay una víctima silenciosa del aumento de la pobreza de en región, es una institución reconocida unánimemente como pilar de la sociedad, base del desarrollo personal, refugio afectivo, formadora de los valores básicos, la familia. Muchas familias no pueden resistir las penurias permanentes de los recursos más elementales, el desempleo prolongado, las incertidumbres económicas amenazantes cotidianas y se quiebran. Hoy más de una quinta parte de los hogares de la región han quedado sólo con la madre al frente…” históricamente la educación ha sido el horizonte de del proletariado y las clases bajas. Estudiar para ser alguien en la vida o para que no tengas que sufrir lo que nosotros por no tener un estudio… son frases que hemos oído más de una vez en boca de un adulto.

Dos postulados de Carl Von Clausewitz en su libro De la guerra llamaron mi atención encuadrando en el presente registro. ¿Qué relación podría haber en un libro sobre la teoría de la guerra y la pedagogía? ¿La educación es en el fondo un acto de violencia contra un sujeto determinado? El primer postulado dice: La guerra es, en consecuencia, un acto de violencia para imponer nuestra voluntad al adversario. En alumnos como Franco la violencia parece ser un común denominador en su vida cotidiana, quizás como forma de llamar la atención, de revelarse.

El segundo postulado dice: La guerra nunca es un acto aislado. Y la educación por otra parte tampoco es un acto aislado, el contexto invade el aula e incluso en ocasiones se apodera de ella. ¿Cómo incluir el contexto en la planificación?