Estrategias de cambio, ¿las minorías ganan a las mayorías?

La caída de la Unión Soviética a finales de 1991 provocó un colapso mundial, generando corrientes y pensamientos, sobre todo en los países beneficiarios de la ex URSS y en los movimientos socialistas que obligatoriamente tuvieron que buscar otro financiamiento para no perecer; libros como “El fin de la historia y el último hombre” expresaban el pensamiento de la época que luego se reconoció como un a priori de pensamiento expresado por el propio Francis Fukuyama.

Al acabarse el financiamiento bolchevique, se debió buscar fuentes económicas para continuar en la disputa contra el capitalismo; la forma directa de choque militar entre guerrillas de izquierda y Fuerzas Armadas de los estados perdió cabida debido al costo alto que esto demanda, lo que implicó el reinventarse, Es por eso, que en la década de los 90´ toman fuerza conceptos como socialismo del siglo XXI, progresismo, ideología de género y aparecen más grupos ambientalistas.

Los objetivos socialistas cambiaron y se enfocaron en objetivos intangibles como la cultura, espacio que les permitió ingresar en la educación sobre todo en las universidades, incrementando el pensamiento ideológico para adoctrinar a los estudiantes en desmedro de la calidad educativa, convirtiéndose estas en verdaderos tanques de pensamiento para mantener y actualizar la doctrina socialista; también se llegó a los medios de comunicación tradicionales, debido a que estos son y seguirán siendo medios para difundir publicaciones intencionadas y controladas por grupos de poder, que difiere ostensiblemente de lo que es la opinión pública o la opinión del pueblo, esto se acentúa debido al fenómeno llamado “silencio de las masas”, que consiste en callar las ideas propias del individuo o de la familia por miedo al rechazo social; y, para ser aceptados se alinean con el pensamiento de una supuesta mayoría difundida por los medios “mass medios”. La iglesia también es copartícipe, al mantener una posición cómoda y quedarse algo marginada en las políticas públicas, a sabiendas que la religión es un fenómeno político; la familia tradicional también es influenciada, porque casi nunca se alza la voz para reclamar la educación que se quiere para los hijos, y se muestra resignación con la que el estado imparte en la escolaridad; en lo político se expresan discursos retóricos para convencer a la gente hablando solamente de las intenciones que tienen, enfrentándolas a los resultados capitalistas, claro siempre las intenciones les ganaran a los resultados, pero se mencionan casos que enfrenten resultados con resultados.

Entonces queda clara que la estrategia escogida fue la “guerra híbrida”, que consiste en cambiar el uso del poder duro por otros elementos como los mencionados anteriormente, utilizando el poder blando adaptativo a la realidad de cada país. generando inicialmente un ataque al tejido social, posteriormente trata el ataque al sistema económico estrangulando al sistema empresarial, paralelo a esto está la contienda política con promesas de igualdad total, utilizando la ley como su arma principal al generar cambios en las libertades, hasta que finalmente toda estructura cae por gravedad

Entre los ataques más evidentes a la cultura, están los ejecutados a los valores sociales realizando una difuminación de lo natural; por ejemplo en países como Reino Unido y Canadá la ley acepta que los llamados papá y mamá, puedan ser llamados solamente progenitores, para abrir una puerta para la adopción de parejas del mismo sexo, limitando el derecho rector que tiene el menor a ser adoptado, porque el menor es el que sufrió pérdida de su papá y/o mamá; por el bien del niño debe mantenerse el derecho a ser adoptado y compensar lo que la vida le arrebató.

Otras de las afectaciones se vería en los valores tradicionales; en Latinoamérica y después de la etapa colonial quedó arraigada en nuestra cultura los principios y valores cristianos establecidos en los mandamientos, son la forma de relación social aceptada hasta la actualidad inclusive por los que no profesan la religión; son y han sido una guía para vivir en armonía con las demás personas, el honrar padre y madre, no desear la mujer de tú prójimo, no robar, no matar, son máximas cristianas por las cuales estamos dispuestos a perder parte de nuestra libertad natural, para poder vivir en una paz social, no nos olvidemos, hay que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Pero entonces ¿qué nos depara el futuro? Esta dinámica y tradicional contienda, debe ir suavizándose, porque existen pueblos y personas atrapadas entre ideologías de minorías que por muy respetables que sean, no son el sentir de la gran masa de personas que sólo queremos vivir dignamente, tener un trabajo que nos permita educar a nuestros hijos, solventar nuestras necesidades básicas, por qué no, darse un gusto como unas vacaciones, y posteriormente tener una vejez digna.

Para el efecto el capitalismo debe continuar su socialización y el socialismo debe capitalizar competitividad y libertades; con el fin de evitar otro colapso como el de la Unión Soviética y sus reacciones colaterales, enfrentamientos como los del pueblo cubano pidiendo comida, medicinas y libertad o los del pueblo chileno pidiendo igualdad y derechos, para alcanzar estos objetivos, es fundamental que los seres humanos pensemos en el futuro que queremos e influyamos para que suceda; hay que ir mejorando en forma decidida lo que está sucediendo ahora, donde se ve la proliferación de pequeños grupos coartando de manera significativa el futuro de la raza humana desnaturalizándola.

No podemos continuar siendo indiferentes con lo que pasa a nuestro alrededor, nuestro futuro depende de cómo encaremos a la vida, es cierto que se debe respetar la forma de ser de las demás personas, pero también es cierto que las demás personas deben respetar nuestras creencias, nuestros pensamientos; la educación de nuestros hijos debe ser decidida por la unión básica de la sociedad que es la familia, debemos ser entes activos para establecer una sociedad tolerante en la cual nuestra forma de pensar no se vea afectada por leyes impuestas por minorías. Todas las personas nacemos iguales eso es un principio inalienable e irrenunciable, la libertad de las personas empiezan y terminan donde inicia y termina la libertad de nuestro prójimo, no debemos dejar que, a través de las leyes se violen nuestros derechos, no porque está en la ley todo está bien; las cosas están bien cuando permiten vivir en armonía con las personas y la naturaleza.

Pero no solamente las personas están siendo afectadas, también el medio ambiente, la depredación de la naturaleza es parte de la afectación, nuevamente el bien de pocos se sobrepone al bien de muchos y en este caso al bien de todos, se requiere de acciones concretas que ayuden a desacelerar el deterioro del medio ambiente, propuestas como las establecidas por la Unión Europea de acabar con la venta de vehículos a combustión para el 2035. La reforestación debe implementarse con obligatoriedad en los estados, y debe ser supervisado por un comité de las N.U; hay que establecer como norma de convivencia un número determinado de árboles por habitantes de cada país; se debe motivar preferir productos con certificación FSC (Forest Stewardship Council), fomentar el uso responsable de la madera es deber de todos, los gobiernos de turno deberán hacer políticas que permitan su práctica. Las grandes potencias deben crear incentivos para quienes aporten a la mejora el medio ambiente.

Debemos estar conscientes que estamos bajo múltiples ataques, de cualquier lado que vengan, por eso debemos estar conscientes que somos los llamados a defender nuestros derechos, hay que debatir con seriedad qué sociedad queremos para nosotros y nuestros hijos, debemos intervenir en la política como nos permite la ley, hay que perfilar la deontología social y exigir que se respete, caso contrario seguiremos viendo en silencio como nuestros valores, principios y derechos siguen siendo pisoteados por minorías que poco o nada les importa los demás seres humanos.