Hola, por decir un saludo, aunque creo que después de hoy ya inventaremos otro, otra forma de decir un saludo que dentro de sí encierre muchas cosas, esas que se sabe que se sienten, pero que no te parece que se digan tanto, y que sin embargo extrañas cuando no te las digo.

Sabes que el motivo de esta carta es para explicarte qué pienso sobre nuestra despedida, y creo que también deberíamos inventar otra forma de decirnos adiós, que no sea ni chau, ni hasta luego, no solo porque ya están gastados esos recursos, si no porque para vos y para mí, ya no son válidos, porque te despedís, nunca te vas, y aunque me digas chau, una parte de mí siempre queda en vos, y ya sé no lo vas a admitir pero es así y punto.

El punto es que nos conocíamos de antes, es como una película que ya vi, de la que solo me acuerdo algunas partes. ¿O no te diste cuenta que mis preguntas sobre vos eran para confirmar cosas que ya sabía sobre vos, y cómo las sabía? no las veía en tus ojos, las sabía de antes, antes de verte, antes de nacer incluso, por eso yo mismo no encontraba explicación de cómo es que las sabía.

¿Te cuento de lo que me acuerdo? me acuerdo que yo amaba las cuerdas y vos te volvías loca por la percusión, que yo siempre ponía la música y vos le ponías letra a mi canción.

Me acuerdo que yo era el agua y vos la sal de esa lágrima, una que nos salía de tanto reír juntos y otra de emoción cuando vimos esa peli que tanto nos gustaba (enredados)

Era tan lindo y tan ideal que no pudo no ser cierto, no pude haberlo soñado, pienso que fue verdad. Y tanto andaban nuestras almas en tantas vidas diferentes que siempre terminamos encontrándonos por distintos motivos.

Ayer justo un compañero hablaba de conocer gente en otras vidas, y pensaba: sí, en esa vida ya la conocía y no estaba mal extrañarla tanto, ni pensarla 19 hs por día, ni que sea ella la primera imagen al abrir mis ojos, o que me durmiese pensando en ella.

Quizá en esa vida, eso no era tan incorrecto como lo es en esta. Porque en esta extraño y anhelo tan solo tocar tus suaves manos, como un sediento desea un vaso o al menos un trago de agua en medio del desierto. ¿Sabés lo que es vivir con sed? pienso que no. ¿Y cómo podrías saberlo? si no hay quien resista tu sonrisa, y si se resiste a eso, aun tenes tus labios y te los entremordes, y si se resiste a eso aun tenes tus lunares, tan cerca de tu boca, y todavía te quedan tus ojos, tus miradas, y todo ese arsenal de actitud espontánea y fresca que siempre llevas con vos y de un modo tan natural.

Yo no sé si en verdad todo esto no es una simple fantasía como para hacer verdad algo imposible, y pienso que al menos eso es algo y no se vivir de otra forma que no sea soñando. Sueño por ejemplo que no te digo chau por todos esos motivos, y que si no es en esta en otra vida nos vamos a volver a ver y los almuerzos no serán solo tres.

Pienso: ¿para qué nos vamos a despedir? si el día que yo cierre mis ojos de un modo definitivo y supongamos que hasta ese día no te vea más, aun así no tengo porqué decirte adiós, porque seguro en otro momento te voy a ver. Porque antes ya nos vimos y puede que te vuelva a ver en otra piel, en otro envase, pero voy a seguir siendo yo, como vos sos vos.

Por eso si nuestra despedida fuese definitiva te diría hasta la próxima piel, porque eso guarda una hermosa esperanza que no entiende de barreras de ningún tipo, como ahora y como siempre, por eso nunca pero nunca te voy a poder decir adiós, ni tengo que preguntar qué tal porque todo eso es puro protocolo, si vos y yo o por decirlo mejor este cariño que te tengo es capaz de trascender el tiempo. ¿No lo ves?

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