
Claro que no fue casualidad vernos hoy. Ya estaba planeado y vi la oportunidad de invitarte y lo hice. Porque quería dejar algunas cosas en principio, poner a arrancar, en marcha… En marcha el hecho de convertirme en una de esas personas que hacen los días algo más liviano, más llevadero y todos necesitamos alguien que en medio de tantas cargas y tanto peso que llevamos, nos aliviane y creo ser capaz de lograr algo así con vos. Y soy bastante ambicioso porque hasta planeo convertirme en alguien a quien un día llamas a las dos de la mañana solo porque necesitas hablar. Sé que puede resultar un montón pero si algo no cuesta, ni siquiera lo intento. Es un apasionante desafío la verdad. Ojalá este desayuno sea el principio de algo re lindo…
Porque la verdad, hoy ya nos dijimos, nos contamos un montón de cosas… y es que ambos ya sabemos que el uno es digno de la confianza del otro… es increíble como en esos pases de guardia no pudimos ocultarnos nuestras transparentes almas… porque sí, tenés el alma transparente y puedo ver completa sinceridad en tus ojos y tu sonrisa. ¿Acaso pensabas que iba a pasar por alto semejante hallazgo? Por supuesto que no. Por eso y la cuestión es simple, me hablas cuando quieras.
Sé que estás en un proceso de cambio y transformación pero sabé que desde mi lugar te acompaño, te doy ánimo incluso estoy dispuesto a ayudarte con cosas simples, como escucharte, otro desayuno… o acompañarte a hacerte ese tatoo nuevo que querés. Porque yo también me quiero tatuar un Fénix… 🙂
No sabes lo difícil que es aguantarme las ganas de decirte todo esto mientras desayunamos porque no quiero que la carta pierda su poético encantamiento… Espero que también sepas darte cuenta que no soy alguien más y que conmigo podes ser siempre vos misma… Te abrazo el alma muy fuerte.
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