Y Cuando las fuerzas pidan ayuda, y quieras no quererme, las mías tampoco estarán salvadas para querer darte lo que quieres. 

Mientras muera en mí, diciendo que sí; atorándome de los vastos recuerdos sin olvidar, quedar mirando lo que amé de verdad, sin lamentar las cosas y palabras saliendo de lo generado, grande y pequeño. 

Si… sin temor, sin salvar, sin pensar, ¡sin sentir! Porque el temor antes de la muerte, es no morir teniendo la sensación que sí.

Me aprieta, muero y aun veo todo, ¡es morir sin nunca hacerlo! 

¡Ay¡,¡ay!,¡ay! Mi inutilidad creada por ti, ¿reemplazar lo irremplazable? ¿No es eso imposible? ¿Por qué te irías? si no hay nadie que pueda ocupar tu sitio en mi pecho.

Mi felicidad en ti, y la tuya ya no en la mía, eso es un ADIÓS; y buscar del pasado lo que un día aborrecí y consideré, quedarme solo siempre o nunca Contigo…

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