Te quise como nunca supe querer a nadie; te amé como no sabía amar; te busqué incluso en la oscuridad. Tu historia estuvo en mi día cada despertar y fue el momento de tanta felicidad.

Un tiempo después solo veía en ti una frialdad; solo te alejabas de mí para no poderte acariciar; aquel día te vi con otra persona y entendí que mi fracaso fue entregarte todo de mí, sin haber tan siquiera visto si me amabas de verdad.

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