El tiempo no es lineal y cronológico. Es cíclico.

Si me pierdo en el camino, me vuelvo a encontrar, cuando sea el momento preciso. Ni antes, ni después.
Reviso heridas del pasado: acepto y me acepto. Perdono y me perdono

y así sanando, cierro el ciclo.

En ascenso espiralado continuo el camino,

miro hacia atrás y la historia que me contaba, ya ha cambiado.

Junto las puntas de los hilos que tejen mi existencia,

hago nuevos nuditos para no olvidar, desato los enquistados. Ovillo,

desovillo; sigo sumando nuevas hebras, nuevos texturas y colores.

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