Una mañana Soledad se despierta vistiendo su pijama rosa y con sus pantuflas blancas, dirigiéndose al baño para darse una ducha y lavarse los dientes, mirándose al espejo mientras se peinaba y recogía su cabello lacio, al terminar se dirige a la cocina para preparar su café como todas las mañanas solitarias de Soledad, su nombre combinaba con su vida «Soledad» porque así era ella siempre envuelta en la Soledad, sin que nadie la acompañe a las mañanas, ni en las tardes ni en las noches, una chica solitaria que no contaba con nadie, dependía de ella misma, pero ya se había acostumbrado al silencio de la Soledad, mientras mira por la ventana que da hacia su patio contemplando su jardín, un pequeño árbol de limones y un colibrí sobrevolando de un lado para el otro, ella pensando y sosteniendo su taza de café mira su muñeca derecha, en el cual tenía a su alrededor un reloj dorado casi nuevo, pero siempre lo llevaba consigo donde sea que iba, era un tesoro para ella, un valioso regalo que se lo había obsequiado su hermana Julia antes de morir, su hermana Julia fue una persona muy importante en la vida de Soledad, pues fue la única persona que amo y se mantuvieron siempre unidas, a las dos les gustaba las mismas cosas y pensaban casi igual, a pesar de ello Julia era un poco diferente a Soledad, ella era más sociable, charlatana, le gustaba salir a bailar, conocer chicos y también le gustaba tocar el piano, pues era profesora de piano y enseñaba en una pequeña institución en la vuelta de la esquina, amaba su trabajo, era su pasión y era muy en lo que hacía, en cambio Soledad es la típica chica tímida que le gusta quedarse en casa, leyendo alguna novela o mirando TV, solo salía de su casa para ir a trabajar o al super, Soledad trabajaba en un hotel de recepcionista, un trabajo un poco estresante para ella cuando recibía alguna queja de las personas que se hospedaban en el hotel, o también tenía que soportar ver las parejas felices que reservaban una habitación para desatar su pasión y luego irse, ella nunca tuvo suerte en el amor, nunca tuvo un novio oficial, solo eran relaciones casuales de una sola noche y nada más, nunca tuvo una historia de amor con ningún hombre, parece que su destino es estar sola, al terminar su café, se derigue hacia su habitación, abre la puerta de su clóset y saca una pequeña caja, se sienta en el borde de su cama y abre la caja, dentro hay unas cuantas fotografías de ella y su hermana cuando eran niñas y adolescentes, también hay algunas fotos de sus padres, que fallecieron hace bastante tiempo, mirando las fotos con nostalgia y melancolía, mira fijamente una foto de su hermana Julia, en la foto se la ve sentada tocando el piano, con un vestido bordo largo y elegante, su cabello recogido y un rostro angelical que no cualquiera posee, Soledad deja la foto dentro de la caja, mira su reloj dorado y recuerda el día que su hermana se lo obsequió, fue el día de su cumpleaños número 26, Julia llegó a la casa de Soledad, con una gran sonrisa, abrazando fuerte a Soledad deseandole un feliz cumpleaños, Soledad y Julia se dirigen hacia la cocina, se sientan a la mesa, mientras Julia le entrega un gran pastel de cumpleaños a Soledad, era un pastel de crema con frutillas muy delicioso, pero ese no era solo el regalo, el verdadero regalo era el reloj dorado, que se lo había entregado en una pequeña caja envuelta en un papel de regalo, Soledad le dio las gracias por ambos regalo, el pastel y el reloj dorado, se quedaron charlando varias horas, hasta que llegó la noche, eran al rededor de las 23:30 pm cuando Julia se marchó de la casa de Soledad, al rededor de las 01:05 pm golpean a la puerta, Soledad se despierta de un sobresalto, quien podría ser a altas horas de la noche? Cuando Soledad mira por la ventana de su habitación que da hacia la calle, ve que un móvil de la policía está estacionado frente a su casa, y dos policías estaban parados en frente de la puerta mientras uno de ellos golpeaba con insistencia, Soledad toma su bata y baja corriendo de las escaleras, al llegar a la puerta abre y le pregunta a los policías que se les ofrecía, uno de ellos la miran con una mirada de preocupación y le pregunta si es la hermana de Julia Giardone, Soledad se pone pálida y con una voz temblorosa le responde «si, soy yo»

El policía sin más vuelta le responde a Soledad que su hermana Julia perdió la vida en un accidente, cuando Julia salió de su casa y trató de cruzar un semáforo en rojo, un ebrio que iba a toda velocidad no vio el semáforo en rojo y atropello a Julia, falleció en el lugar debido a las graves fracturas y golpes en todo su cuerpo, esa noche la vida de Soledad cambió por completo, esa misma noche sintió que su mundo se derrumbó por completo, sintió que ya no tenía ningún propósito para vivir, perdió al único ser más importante que era su querida hermana, en su vida no tiene a nadie más

Soledad se levanta de la cama y guarda la caja de fotografías en el clóset en el lugar donde estaba, mañana es su cumpleaños número 27, mañana es un día tormentoso para Soledad, un día en el que no le gustaría existir, mientras se pone su uniforme de recepcionista pronta para ir a trabajar, mira su reloj, el regalo que su hermana le dio ese mismo día en que la vio por última vez con vida, lo único que la mantiene de alguna manera unida a ella, al dirigirse hacia la puerta para salir a trabajar, mira una vez más su reloj y se lo quita, lo deja sobre una pequeña mesa al lado de un portarretratos con una foto de ambas, en ese momento Soledad entendió que un nuevo camino se abre, a pesar del dolor y el sufrimiento, la vida sigue y lo mejor es tratar de seguir adelante, Julia lo hubiera querido así, yo lo quiero así penso Soledad,  por eso decidió dejar lo que le aferra a la angustia y poner su vida puntos suspensivos.

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