Un oro que perdió el regalo del cielo

Otro día puede ser mejor, asqueado del suelo.

Entre máscaras de oro vive el hambriento,

Cargando la corona del dios que se volvió viento.

Donde la suerte astuta deja la marca,

Como otro fantasma tras de la puerta,

Atraído al amargo fuego del norte,

Vistiendo un traje en honor a la muerte.

Necios ojos tan negros, bailando al silencio

Cargando mi mascara sucia, quebrada en el miedo

La noche encantada de melancólica serenata

Me fui vistiendo de noche, otro caballero de plata.

Donde brillan los miedos, con rostros dorados

abandonaron las luces, los guerreros olvidados.

Un dorado comprado en sangre de feligreses

Cargando la cruz de los años que no fueron felices.

Vi el oro marchitarse tras un verde tesoro,

Danzar la verdad o mentira en un mismo cielo.

Las máscaras tejen verdades que duelen

El bailador en vano quiere ocultar mil verdades.

Cristian Nancucheo Cisternas

Junio 2021

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