Del mar también nacen estrellas negras, voy creciendo como el silencio de una gota que cae en el manto de Dios. Busco los sueños en la sed de mi esperanza con la lengua amputada por los suspiros de las palabras que me cortan los pétalos  del corazón.  Busco y no encontre mas que el veneno de su mirada ahogada por lágrimas y sollozos. Que me busco en las ruinas de sus risas y en la piel de su llanto. Pero no encuentro la arena del amanecer. 

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