Descubro

Lograr traspasar la barrera, penetrar la coraza de una vida que permanece rendida a los pies del pensamiento real, ese pensamiento que ha surgido de vivir y descubrir que las almas caminan libremente, haciéndote creer que van en comunidad, cuando realmente marcan su propia senda, definen su recorrido sin importar lo que está delante, lo que está atrás… Se vuelven, sonríen, te hacen creer que están presente, pero siempre están ausentes.

Elevo mi mirada buscando un respiro, descubro un espacio infinito y me siento diminuta, extraviada, indefensa, una minúscula partícula ante un universo compuesto de un sin fin de factores que el conocimiento nunca podrá alcanzar descubrir por completo….

Estoy aquí inerte, atónita, una pausa larga, un silencio profundo, una mirada esquiva y surge una pregunta: Y ahora, ¿cómo continúo?.

Mi pensamiento se debate entre querer continuar viviendo la vida como hasta ahora, sonreír, caminar, continuar sin parar y seguir haciendo lo que todos hacen, lo que siempre he vivido, lo que he aprendido, ese conocido y trillado ciclo de la vida «nace, crece, se reproduce y muere» o hacer algo distinto. He oído eso tantas veces, dejar tu legado, marcar la diferencia, inventar otra vida.

Y así transcurren los días, inmersa en este tira y encoje, lleva y trae, caer y levantarse, iniciar en el amanecer y perderse en el ocaso. Suenan a pensamientos depresivos, pero no inciertos. Se escucha como desesperanza pero se respira un cierto aire de querer luchar contra corriente, sin perderse en la terrible rutina que se lleva la vida y cuando caes en cuenta el tiempo ha pasado y sientes que ya no hay oportunidad de iniciar algo nuevo.

No quiero caer en ese reinventarse, comienza desde cero, sal un día a caminar, luego acelera el paso y así sucesivamente hasta que puedas trotar y luego correr. Un paso a la vez. No! lo quiero Todo o Nada. Ahora o Nunca!

Descubro que la vida que elijo vivir es la que determina la persona que soy, que la caída me da la oportunidad de escoger entre querer quedarme tendida en el piso inspirando lástima o levantar mi humanidad y llevarla al mundo de forma participativa con energía y consciente de que hay un mundo, una sociedad, un sueño, de que existe el egoísmo, la mentira, la apariencia, el interés…. y todo aquello imposible de describir, imposible de abarcar, imposible de plasmar.

Descubro que aquí estoy yo, con mis luces y con mis sombras, tengo que aprender a quererme, estoy llamada a cambiar todo aquello que pienso puede ensuciarme, si ensuciarme, como la mugre que se va adhiriendo en los espacios minúsculos e imperceptibles, esa mugre que si no tomamos la determinación de eliminar se va acumulando y forma una costra difícil de arrancar, una costra que al despojar puede dejar una marca, una hendidura que afea la cubierta y ya no la deja ser limpia y pura como antes,

Descubro que convivir con todos esos anti valores debe darme la sabiduría y el conocimiento para alejarme sutilmente de ellos, con delicadeza, sin menosprecio, los anti valores no son lepra, no pueden contagiarme a menos que decida sumergirme en ellos.

Descubro que querer ver mi vida brillar no implica querer ver la vida de otros opaca, al contrario si me rodeo de gente que brilla esa luz puede iluminar espacios desconocidos por mí y hacerme entender el sendero que debo atravesar.

Descubro que amar es como dice una canción el que ama la vida la da, casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar.

Descubro que la boca habla de lo que está lleno el corazón, que es importante estar pendiente de donde bebo mis criterios, si! beber criterios, qué me alimenta, a qué pozo me acerco a extraer el agua que me sacia.

Descubro que para amar a alguien debo conocerle desde adentro, sin juzgar, sin criticar, sin esperar que sea lo que yo soy, sin esperar que opine lo que yo opine.

Descubro que el Amor si existe y que ése amor se merece su propia historia y que se escribe con gotas de sangre, con lágrimas de alegría, con lágrimas de dolor, de tristeza, pero sobre todo con lágrimas de misericordia y compasión.

Descubro que la Ley no es lo que define el «Hacerlo Bien» hay que conjugar muchos verbos, muchas miradas, muchas acciones.

Descubro lo importante que es saber que faltan muchas cosas por descubrir.