Bella mujer adicta a las maldiciones… tenía envidia de que su preciosa hija tuviera novio constantemente.
Siempre que venía algún chico a la gran mansión lo maldecía con cualquiera de sus maléficos rituales. Parece que no quería que su hija fuera feliz… le hacía la vida imposible porque la suya no era lo suficientemente buena. Ella nunca quiso tener un bebé…
Amiga de la bruja de la zona, desde hace bastantes años, decidieron crear una poción muy especial y poderosa que consistía en que la vida de la gente de su alrededor fuera un infierno. Terminada, al día siguiente, la probó.
Pero algo falló… al no decir las últimas palabras del conjuro todo se puso del revés. En su contra. Maldita la hora en que hice esto.
No volvió a tener novio nunca más, dejó de ser malvada a ser una buena dama, aceptando por completo todo lo que hacía su hija. Cada día la recompensaba con regalos, buenos gestos. Para siempre.
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