Perdida en tu memoria

¡Y ahí vas tú! Mientras yo te miro desde la ventana con la garganta hecha un nudo y el alma ahogada en recuerdos lejanos. Desde la ventana veo cómo te alejas, dejándome inmersa en mis pensamientos. Con el corazón apretujado y el alma ahogada en suspiros, añorando tu regreso.

¿Porque no llegas?

tus pasos te han llevado por caminos distantes a mí y aunque me llevas acuñada en tus pensamientos como ráfagas fugases de luz, ¡no estoy en ti!. En algún lugar de tu largo viaje, me quede guardada en esa maleta que se extravió entre escala y escala.

Desde mi ventana miro el sol y llegan a mí recuerdos lejanos de días felices. Y con el alma ahogada y el corazón apretujado, comprendo tu partida.