Adira -Capítulo 29-

Adira -Capítulo 29-

Sand A Alvarez

02/06/2021

ADIRA

Me senté a un lado de Bea mientras ella dormía.

La oscuridad de la noche desaparecía poco a poco mientras se asomaban los primeros rayos de luz.

La noche anterior había permitido que Bea se fuera, intentando darle un poco de espacio, pero cuando vi que no regresaba, fui a buscarla por todos los pasillos de la mansión.
Finalmente la encontré acostada en uno de los sofás de la biblioteca.

Acariciaba su cabello mientras ella giraba y gemía, incluso en sus sueños parecía estarla pasando mal.

«El estrés de la batalla y nuestra pelea de anoche seguro le están afectando» Pensé.

Me sentía culpable al verla tan intranquila, y sus palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez.

«Pero convertiste a Janelle..

Era más joven e irresponsable en ese entonces, jamás pensé en las consecuencias cuando convertí a Janelle. Recuerdo como su cuerpo se retorcía y sus gritos eran indescriptibles. Fueron seis largas horas de incertidumbre en las que pensé que la iba a perder.

No quería que Bea pasara por lo mismo o peor aún, perderla.
No quería verla sufrir.

También sabía que Bea tenía razón.
Kyle había matado a nuestro padre y también a Janelle. Ahora él sabía que Bea era mi debilidad y ella se encontraba en peligro.
Había tenido tantas oportunidades de matarlo en nuestras innumerables batallas pasadas, pero había sido muy débil y no me había atrevido a hacerlo.
Parte de mí aún esperaba recuperar al hermano amoroso que conocí en mi infancia.

Miré a Bea y sabía que tenía que hacer lo que fuera para protegerla.

«Mi resolución está establecida»

Y como si lo hubiese llamado con el pensamiento, empecé a escuchar los pasos apresurados de un ejército acercándose desde muy lejos.

El sol finalmente había salido y la guerra llegaba con el amanecer.

Emilia entró a la biblioteca

-«Todos están listos y en espera de su reina» Dijo.

-«Dame un minuto, y por favor dile a Karla que venga» Contesté

Emilia salió de prisa y yo desperté a Bea para despedirme.

-«Ha llegado el momento» Le dije.

Sus ojos estaban aún hinchados de tanto llorar, tomé su cara con mis dos manos y le di un beso.

-«Te amo» Le dije con absoluta certeza -«Cuida mi corazón, lo estoy dejando aquí contigo»

Me levanté y salí antes de que ella pudiese responder. Temía que si me quedaba más tiempo quizá no querría apartarme de su lado.

Me crucé con Karla en el camino y ambas intercambiamos miradas. Sabíamos lo que debíamos hacer, ella cuidaría a una persona que yo amaba mientras yo mataba a otra.

BEA

Vi como Adira se alejaba de mí. Mi visión estaba borrosa y la cabeza me punzaba.

Quizás era la última vez que hablaría con ella, y yo no había dicho ni una sola palabra.

Karla entró a la biblioteca y sin decir nada, me cargó en sus brazos

-«Espera, que estas…»

-«Adira me pidió que te protegiera» Dijo -«Debería estar peleando a su lado, sin embargo estaré en el ático, asegurándome de que cuando todo esto termine tú aún sigas respirando»

-«Estoy completamente de acuerdo contigo» Contesté entre dientes.

Caminó hacía el ático visiblemente molesta.

-«Solo puedes dejarme en un rincón, no te culparé» Le dije.

-«Adira si» Contestó

Karla no volvió a decir nada hasta que llegamos al ático. Era grande y espacioso, había algunas cajas de cartón empolvadas en una orilla, muebles viejos, y en la pared una pequeña ventana que dejaban a la vista los campos de la mansión.

Karla me sentó en una silla que estaba cubierta con una sabana y se acercó a la ventana. Yo la seguí.

Me quedé sin aliento al ver lo que había afuera.

Filas incontables de inmortales, parados hombro a hombro, listos para pelear.

Una legión de lobos en las orillas de la mansión seguida de un batallón de vampiros y los brujos justo detrás de ellos.

-«Por lo menos desde aquí puedo ayudar» Dijo Karla, sus ojos empezaron a brillar más fuerte y el ambiente a nuestro al rededor empezó a cambiar.

-«Todo acabará pronto» Dijo

Miré por la ventana intentando encontrar algún rostro conocido, pero no alcanzaba a distinguir ningúno.

Sus caras venían a mis pensamientos uno tras otro.

Liam. 

Victoria. 

Emilia. 

Thiago. 

Nikolai.

Adira…

«Por favor manténganse a salvo»

LIAM

Estiré los músculos mientras me transformaba.

«Ha llegado el momento»

Nikolai y Emilia decidieron que los lobos nos formaríamos en las orillas, ya que éramos más grandes y así podríamos evitar que nuestros enemigos nos rodearan.

Tenía sentido, pero odiaba la idea de tener que separarme de Thiago.

Él tendría que estar en el centro de la formación, donde la batalla era más dura y peligrosa. Intente encontrarlo entre la formación, quería saber en donde estaba por si necesitaba mi ayuda más adelante.

Finalmente lo vi, mi corazón me decía que rompiera la formación y corriera a su lado, pero no lo hice. Él también me estaba mirando, me sonrió y de su boca salieron dos palabras que me llenaron de valor y fuerza.

«Te amo»

No podía escucharlo, pero pude leer sus labios y quise decirle lo mismo, pero en mi forma de lobo solo logré salivar un poco cuando abrí la boca.

Thiago se rio de mí y yo hice lo mismo.

De repente una figura estaba en el centro de la formación, sola y unos metros adelante de todos.

La luz se reflejaba brillante en su cabello y sus ojos dorados ardían como el sol del amanecer.

Nuestra reina.

ADIRA

Mi ejército se encontraba en formación detrás de mí, todos con una mirada determinante. Listos para la batalla, dispuestos a morir por proteger nuestra forma de vida.
Y yo intentaría con todas mis fuerzas, ganar la batalla.

-«No hay palabras que pueda decirles ahora» Dije en voz alta para todos. -«No hay discurso motivacional, todos saben por lo que peleamos, todos saben por qué estamos aquí, así que si esperan que los motive, entonces ya están muertos!» Les di la espalda y miré hacía enfrente.

Las figuras empezaron a aparecer de entre los árboles,
al principio solo un par de ellos,
después una docena,
y después cientos. 

Y ahí estaba él.

Con sus híbridos como guardaespaldas personales.

Sus ojos rojos se clavaron en mí desde la distancia.
En sus labios una sonrisa cruel se dibujaba. Kyle.

Volteé hacia mi ejército para darles un mensaje de salida.

-«MÁTENLOS A TODOS!»

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