Todo comienza en el momento en que sientes el frio de Hela abrazando tu debilitado cuerpo, piensas que todo eso pasara rápido y tu camino será mas puro, pero solo son meras ilusiones de aquellos cuentos que te contaban de pequeño con un final de lo mas feliz en muchas formas. La realidad es otra, no importa cuanto luches o te intentes levantar siempre una mera brisa destruye tu estandarte, algunos sobreviven y logran surgir desde el frio errante, pero otros como el que escribe estas palabras no consiguen salir y solo se dejan abrazar por las tierras inhóspitas de Helheim. Muchos intentan sacarme o por lo menos empujarme, pero es inútil, simplemente todo esto es un laberinto sin salida que siempre sorprende con nuevos caminos de desgracia, quizas es el castigo que se marca en mi cuerpo por intentar salvar el mundo de los que me rodeaban en vez de salvarme a mi, fui mi propio verdugo y aquí estoy sufriendo un día mas, esperando mi propio Ragnarok que será peor de lo que pueda esperar.
Los que lean esto, sálvense y no miren atrás, porque créanme que nadie les brindara una mano ni en Midgard ni en Helheim menos.
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