Donde empezó el momento en el que nos ahogábamos mutuamente, cual fue el adiós que  hizo palpitar y llorar nuestro corazón, debería empezar a decir nuestros defectos y cualidades para así lucir bien ante el mundo, «un mundo sin imperfecciones» podrás juzgar fácilmente una linda figura, así que me convertiré en una metáfora para mi; si de mi historia en donde no hay pareja ni reglas a las cual seguir. simplemente abrirme en el mundo de las palabras, ignoremos «El pecado» y creencias. no pongas palabras de mi boca en tu boca; no te hacen lucir bien, camina derecho, sonríe, no llores, cabeza arriba, hombros arriba, manos al lado, no te comas las uñas, ¿no estas cansado de todo eso? por mas de que quiera culparme y hundirme en la depresión no es lo mío, admito que llorar no soluciona nada pero si me libera de varias cargas, sonreír hace arder a mis enemigos y eso me agrada, gritar me desahoga, pelear saca mi orgullo, y disculpar me hace recordar que aun sigo siendo humano, hubo una época en la que cuestionábamos constantemente si esto era adecuado o no, en donde creábamos una prisión para nosotros mismos, pero nunca a los demás,  no vivo en una prisión tampoco estoy deprimido y tampoco voy a decir que nadie me entiende, simplemente estoy diciendo la verdad, mientras Carlos terminaba de escribir  estas palabras, juan un chico que rara vez se sentía en la clase, mejor amigo de Carlos  y que había peleado con el hace unos días  tocaba su puerta de la  casa a las 8 pm, la hora en la que Carlos iba a hacer asesinado por este con una pistola. y la carta que escribía  Carlos iba a dirigida a juan con un titulo de (Disculpa).

fin

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