COVID 19 Y LA EDUCACION

En estos tiempos de confinamiento las tecnologías de la comunicación incrementaron su poder de adquisición de audiencia no solamente en el país si no en el mundo. Muchos inversores apostaron dinero en acciones para incrementar ganancias económicas aprovechando la situación, parece no existir ni un rezagado en este ámbito, incluso sin querer los adultos mayores apoyados por sus nietos o hijos abrieron cuentas de facebook para trabajar o simplemente comunicarse. La educación completa apostó todo a plataformas digitales para seguir con una educación que a duras penas da para seguir aprendiendo, los youtubers y los ahora famosos tiktokers ganaron terreno entre la población más joven con contenido burdo y descontextualizado, siendo sinceros parece una tecnología avanzada con usuarios mediocres. Parece que la película de Robert Zemeckis “Volver al futuro” se hizo realidad y que los supersónicos tenían verdades proféticas, con todo y esos éxitos parece que los internautas y creadores de contenidos son aún los picapiedra. Pero vayamos más lejos, más allá de las luces, cables y enormes edificios, ubiquémonos en las zona rurales, donde parece que el mundo tecnológico no gira o a veces aún no existe, donde los niños no tienen computadoras, celulares, televisores ni señales de internet. Hace poco más de 40 años tener una televisión en casa era uno de los lujos tecnológicos y económicos más buscados, actualmente pasa lo mismo con el internet en las zonas rurales, la educación parece estar descontextualizada, las tecnologías de comunicación parecen discriminar a este sector y los profesores neófitos tecnológicos no por convicción sino por obligación a causa del sin número de actos de violencia, discriminacion, racismo e inseguridad que se viven a diario en el país ha orillado a las autoridades educativas a defenderse más que actuar en contra de estas. En palabras sencillas antes de la terrible pandemia por el COVID-19, los profesores estaban llenos de documentos que entre líneas decían que era mejor no usar ZOOM, no pedir el WHATSAPP, no crear páginas de FACEBOOK y que no se nos ocurriera sacar fotos o videos de los alumnos. Las herramientas tecnológicas de comunicación llevan varios años en México, rezagadas en la educación o al menos así es en mi zona de intervención, los maestros acostumbrados a trabajar en pleno 2020 con un gis y un libro bajo el brazo, los alumnos aún sentados en filas y uniformados, leyendo las mismas historias de hace 20 años, las tecnologías no sirven cuando solo se usan para mandar memes o perjudicar a los demás, las tecnologías llegaron para quedarse y al final a quién más se perjudica en esta jungla de metal es a los alumnos.