Breve acercamiento del tema.
El ego es la careta que la gente usa, cuando su banalidad busca auto consentimiento frente a una actitud, que sólo le satisface a quien la ejecuta.
El ego se alimenta del miedo de no poder alcanzar nuestro verdadero potencial o al creer que no somos aceptados por la sociedad en la que nos desarrollamos, impide a las personas ver su propia realidad y genera una falsa sensación de dominio del entorno, sobre todo en las personas que ven la necesidad de presentarse en forma diferente a su naturaleza con la cual no están conformes y por esa razón pretenden alardear ya sea de una falsa economía, de un falso intelecto o de algo más en que se vean frágiles frente al resto de su entorno.
Para hablar del tema, iniciemos viendo como lo definen los entendidos en la materia, según la teoría del psicoanálisis de Freud, “es la parte parcialmente consciente de la personalidad humana que controla la motilidad (capacidad de moverse de forma espontánea) y media entre los instintos del ello (componente innato de los individuos, las personas nacen con él, voluntades e instintos principalmente originados por el placer), los ideales del superego (especie de conciencia moral integrada por el yo ideal y el ideal del yo) y la realidad del mundo exterior”, por lo tanto, radica en una valoración excesiva del yo.
Algunos campos en los que puede incidir este proceder.
En el campo profesional, es muy común observar este tipo de conducta; en el libro Egonomics, sus autores David Marcum y Steven Smith, exponen una serie de conclusiones que obtuvieron a partir de entrevistas con alrededor de 850 ejecutivos. “Advertían que el 53% de los entrevistados calculaba entre un 6% y 15% de pérdida de ingresos anuales debido a este problema” (mba & educación ejecutiva, 2015).
Cómo podemos ver, influye en el campo económico; el querer tener siempre la razón, o querer ser la persona que lo sabe todo o lo puede todo, entorpece el conocimiento de conjunto, por eso hay un adagio popular que se dice: múltiples cabezas piensan más que una sola, entonces esto diluye ideas, opciones y soluciones que requieren las organizaciones para mejorar su competitividad.
También insta en el liderazgo, para la generalidad de las personas, sobre todo de la forma que vivimos, dónde la vitrina en la que nos mostramos a los demás, se ha convertido en una forma de influir significativamente para alcanzar objetivos personales, en un mundo dónde el parecer le está ganando la batalla al ser, fenómeno que se muestra sobre todo en países con poca madurez democrática; esta careta se vuelve muy útil para realizar ciertas perspicacias, porque ayuda a tapar ciertas falencias de los individuos que más que por su labor, convencen por su capacidad de hablar, al menos cuando se trata de persuadir en la toma de decisiones, porque les ayuda a presentar una imagen de superioridad para imponer sus ideas y así alcanzar réditos personales con limitado trabajo; este tipo de actitud evidencia un alto grado de egoísmo y con ello allanan la razón de los demás, para alcanzar algún tipo de provecho individual.
Existen más campos en los que incide el ego, por ejemplo, en las relaciones interpersonales o intrapersonales, por la misma razón de ser una demostración de pedantería humana, las demás personas generan cierto grado de rechazo a las personas que insisten con esta actitud, sin embargo, no siempre esta actitud obedece a un sentido de superioridad, también puede significar un sentido de auto defensa. En tal virtud la persona que tiene un ego excesivo, no admitirá que otros pensamientos complementen a los suyos, ya que creerá que puede ser desplazado de sus intereses, esto tornará a la persona agresiva si le cuestionan, se incomodará con facilidad, no dejará trascender otro punto de vista que no sea el suyo, en otros casos puede creer que le están tildando de inepto, esta actitud no le permitirá confiar en nadie, esto por lo general sucede con personas con bajo nivel de auto estima y bajo sentido de sociabilidad.
La siquis también se ve afectada si hay un cúmulo exagerado de ego, porque al buscar ser otra persona de la que verdaderamente es, está generando cambios de conducta no habituales, que pueden llegar a expresarse en paranoias como el delirio de persecución, falta de interés por los demás, inclusive de su núcleo familiar, mostrará actitudes y comportamientos extraños que por lo general desembocan en excentricismos de alguna forma (Andrew Skodol, 2020).
Entonces cabe hacerse la pregunta ¿siempre es malo el ego? La respuesta es no, el controlar el ego permite a las personas ser más cuidadosas en sus comportamientos, tener más celo en sus enfoques personales y corporativos, muchas veces puede ayudar a ser más objetivo en las cosas; por lo general todo exceso es malo, y este caso no es la excepción, por tal razón es imperativo aprender a controlar el ego, para que este pueda ser de utilidad.
Cómo limitar las afectaciones por causa del ego.
Hay que asegurarse que las decisiones sobre todo las importantes, sean tomadas en los niveles pertinentes. Si se llega a depender de una sola persona, las decisiones siempre estarán en función del límite de crecimiento que esa persona tenga, porque su intelecto y su capacidad física, también tienen un determinado límite, así se trate de la autoridad máxima, porque también es susceptible de equivocarse. El darse cuenta de esto, ayudará a mejorar el trabajo colaborativo y por ende la toma de decisiones va a ser más elaborada.
Se debe promover el trabajo en equipo, para esto la clave radica en empoderar a los miembros de los equipos en la toma de decisiones. Hay que realizar ejercicios de tipo operativo, para que las personas estén preparadas para desempeñar correctamente sus funciones y así reducir al máximo las equivocaciones.
El miedo al rechazo se lo debe reducir, el tratar de imponer siempre la opinión propia sin escuchar a los demás, cuando se debe obtener resultados, por lo general lleva a cometer equivocaciones. Es conocido que las personas que tratan de mostrar que siempre tienen la razón, tienden a cometer más errores y su productividad se verá restringida, por tal razón sus ideas encontrarán obstáculos y no serán aceptadas con mucha facilidad, además terminarán generando antipatía hacia su persona.
El desarrollo social de la persona que tenga un ego excesivo, poco a poco se verá minado, este tipo de conducta genera el rechazo natural en quien lo percibe, por esa razón las personas comenzarán a alejarse, inclusive las más allegadas.
Por lo tanto, todas las personas debemos aprender a controlar nuestro ego, debemos darnos cuenta cuando exageramos con ello, caso contrario nuestra vida tarde o temprano se verá afectada en lo laboral y en lo familiar.
Quiero acabar este artículo, citando una máxima que dice: “Si la mayoría de nosotros permanecemos ignorantes de nosotros mismos, es porque el auto conocimiento es doloroso y preferimos los placeres de la ilusión” (anónimo).
Bibliografía.
Andrew Skodol, M. U. (2020). Manual MSD versión para público general. Obtenido de Manual MSD: https://www.msdmanuals.com/es-ec/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/trastornos-de-la-personalidad/introducci%C3%B3n-a-los-trastornos-de-la-personalidad#:~:text=Tipos%20de%20trastornos%20de%20la%20personalidad,-Los%2010%20tipos&text=Comprende%20los%20sigu
mba & educación ejecutiva. (25 de mayo de 2015). América economía. Obtenido de América economía: https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/el-exceso-de-ego-y-sus-efectos-catastroficos-en-la-toma-de-decisiones
Por Andrew Skodol, M. U. (2020). Manual MSD. Obtenido de Manual MSD: https://www.msdmanuals.com/es-ec/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/trastornos-de-la-personalidad/introducci%C3%B3n-a-los-trastornos-de-la-personalidad#:~:text=Tipos%20de%20trastornos%20de%20la%20personalidad,-Los%2010%20tipos&text=Comprende%20los%20sigu
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