MI AMIGO, EL ASESINO

Pedro era un buen amigo, coincidíamos en muchas cosas. Nos gustaba el futbol, jugábamos en el equipo del barrio. Éramos aficionados al cine y a la música de discos. Nos encantaba la pizza. Solíamos salir seguido, a veces lo hacíamos solos o con el grupo y el también compartía con ellos sin mi presencia. Esto ocurrió un tiempo atrás y comenzó una tarde noche en que después del trabajo, me citó en un centro comercial por que se quería comprar una camisa y que le ayudara en la elección. Recorrimos varias tiendas y al final compró una que nos gustó a los dos. Tomamos unas cervezas y decidimos volver caminando. La luna era la dueña de la noche, al llegar a una plaza ya cerca de casa, nos sentamos en un banco a fumar un cigarrillo, todavía había gente caminando y trotando alrededor. Estaba por encender mi cigarrillo, cuando pasó al trote un muchacho, que me pareció haberlo visto antes, pero desconocía su nombre. Al instante mi amigo dijo «Lo voy a matar», que dijiste ? le respondí, «Lo voy a matar» repitió y cuando lo miré, su vista seguía al joven que estaba trotando- estas loco? dije, lo conoces, no pero «lo voy a matar» y al mirarme sus ojos estaban como perdidos. El escape de una moto lo volvió a la realidad. Será mejor que nos vayamos, acotó. Estoy cansado. Lo miré, tiré el pucho y nos pusimos en marcha. El domingo ganamos el partido dos a cero y pasamos a la otra ronda. Ahí acordamos que el miércoles iríamos al cine a ver una película que nos interesaba. Ese día tomamos el colectivo y el único lugar disponible eran los cinco asientos traseros, nos ubicamos en el medio. Al poco rato se levantó una joven rubia y se dirigió a la parte trasera para descender del micro. Era una chica muy bonita con un rostro difícil de olvidar y parecía una estudiante por que llevaba unas carpetas sujetas entre su pecho y su brazo derecho. Luego de pulsar el timbre el móvil se detuvo y descendió. No se había cerrado la puerta cuando escuché «La voy a matar», eh pará loco otra vez lo mismo! exclamé, «La voy a matar» y su mirada seguía por el vidrio trasero a la joven, mientras se alejaba elegantemente por la vereda. Che Pedro que te pasa? Cuando me enfrentó su mirada me traspasaba, era como si mirara mas allá de mí. El timbre de otro pasajero que iba a descender, lo volvió a la realidad. Sabes qué me dijo, vamos a dejar la película para otra oportunidad, me duele bastante la cabeza. Lo miré un rato sorprendido y viendo que se levantaba para tocar el timbre, dije bueno. Tomamos otro ómnibus y regresamos. Ese fin de semana jugamos el sábado, empatamos y después ganamos con los tiros desde el punto del penal Entre semana fuímos al final cine, la película defraudó un poco, pero era entretenida. Luego como siempre a la pizzería. Nos atendió un mozo muy amable, dejó nuestro pedido en la mesa y se retiró y ahí otra vez mi amigo «Lo voy a matar», me quedé con el tenedor y el cuchillo en la mano, estaba separando las porciones (previamente cortadas) para servir en los platos y vi que estaba siguiendo con la mirada los pasos del mozo que se alejaba con la bandeja bajo el brazo. Pedro que te pasa ?, por que decís eso?. Estas bien vos? y me miró como si no me hubiera visto nunca. El choque entre dos vasos de una mesa vecina, lo despertó. Está buena la pizza parece? dijo, vamos a meterle que mañana tengo que levantarme temprano. Luego de esa noche me quedé pensando en Pedro, me estaba cargando o le pasaba algo. Ese fin de semana tuvimos fecha libre y no jugamos. Sin despertar sospechas me comuniqué con sus padres, pregunté si estaba todo bien con Pedro, me dijeron que sí. Lo mismo hice con el grupo me dijeron que todo estaba ok. Durante la semana siguiente no nos vimos, por que llovió y otros motivos. El lunes, no soy de mirar la tele, pero quería ver y escuchar algo en el noticiero, cuando sintonicé el canal, estaban pasando el informe policial y quedé sorprendido por que en ese instante había tres fotografías de personas que a simple vista, me parecían conocidas. Subí el volumen y presté atención. Se trataba de tres jóvenes que habían  muerto al ser golpeados por la espalda. Creí reconocer al joven que trotaba en la plaza, la estudiante del colectivo y al mozo de la pizzería. Me lo confirmaron luego los datos que citaron. La policía desconocía al autor y el móvil, por que no habían sustraído nada a las víctimas. Ahí pensé en Pedro, Que tenía que ver con esto?. El dijo que los iba a matar. Lo dijo por decir o cumplió lo que dijo. Creo que como ciudadano debía acudir a la policía, pero como amigo necesitaba hablar con él. Así que lo invité a escuchar música en casa, accedió y trajo sus vinilos, fuimos a mi cuarto, tenía un buen equipo de música. Preparé también el mate y unos bizcochitos. El se puso a ordenar los discos y yo me agaché a buscar algo en el último cajón de la cómoda. «Te voy a matar», su voz sonó como un trueno, me incorporé de golpe y en guardia, pero él no se dirigía a mí, su vista estaba clavada en el espejo de la habitación. Pedro, que pasa? dije. «Lo voy a matar» y su vista no se apartaba del espejo. Pedro, por favor, me miró pero no me veía, el pick up del equipo cayó sobre el disco y la música de los Rolling lo despabiló. Después de eso se encerró en un mutismo que sólo abrió para decirme que tenía que irse, no me opuse por que me dí cuenta que no iba a conseguir nada en el estado en que se hallaba. Al día siguiente no pude hacer contacto con él, pero por la noche recibí un llamado doloroso y entre llantos de su madre diciéndome que Pedro estaba muerto, así lo encontraron en su habitación. La policía no dudaba que se trataba de un suicidio, pues encontraron un sobre con veneno para ratas que solía haber en la casa y hallaron una nota, dónde se hacía cargo de las tres personas asesinadas, que lo había hecho, por que tenía que hacerlo, que el elemento utilizado para tal fin lo encontrarían en el interior de su placard y que pedía perdón a Dios, a sus padres y a…mí. 

Hoy vamos a pasar de la música a los libros, para los que le gusta, lo policial, el crimen, el misterio….

A)ERLE STANLEY GARDNER LOS CASOS DE PERRY MASON

B)GEORGE SIMENON EL COMISARIO MAIGRET 

Que lo pasen good…

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