Piel rasgada y llena de sangre. Aunque no fue siempre así, las cicatrices comenzaron a llenar su cuerpo hasta convertirse en sus marcas de lucha. Ahora solo lleva ropa que cubra sus sombras más oscuras para que la dejen de mirar o evitar que ese momento todo comience a empeorar.
El peligro es latente cuando se aisla de todos, pues ahí ejerce con libertad la forma en la que sus uñas lastiman su ser. No sabemos hasta donde puede llegar porque al parecer, lastimarse no es suficiente.
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