«Vomitando encima de la mesa» RelatosincortePARTE1

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MALO CHINARRO

27/04/2021

Decidí decir verdades y morir con ellas. (TITO-HONDO/FALSALARMA)

Me llamaba un amigo desde Canarias que estaba pasando unas vacaciones por el archipiélago o mejor dicho isla de Tenerife. Iba a escribirte sobre esto aquel día, pero me dio pereza, iba a decirte lo que me transmitió aquella estancia: tres años más o menos. Me hubiese gustado decírtelo en persona, pero como ya sabes el tiempo se junta con las ojeras y los primeros pasos de nuestra nueva vida. La verdad que te escribo para decirte que me gustaría verte en unos años. Para ver cómo hemos cambiado y reírnos, eso, sobre todo, reírnos. Un café, unos cigarros y unas palabras:

-Buenas Raúl, soy el doctor Obeso. Es la primera sesión, ¿qué me puedes contar de ti?

-Soy tranquilamente nervioso, una frase de un rapero que no idolatro, pero sí sus verdades.

-Te gusta el rap, entonces? ¿Desde siempre?

-Hace muchos años debía estar en 3º de la ESO, un compañero de clase me quiso pasar un disco con las canciones de Violadores del Verso. Lo rechacé, porque mi padre no hacía más que toda la música o juegos nada más descargarla las borraba.

-qué sientes de esa época?

-Pues no sé qué decirte Doctor Obeso, hoy tengo treinta y pocos y me he vaciado por dentro y por fuera. Pero siento odio, odio por no conocerme más a mí mismo. Odio a los demás por no saber conocerme. El rap llegó a mí con 20 años.

-qué opinión tienes de tu padre?

-Un desgraciado toda su vida. Casado con una mujer que quizá quiso al principio. Con unos Dogmas muy fuertes que nunca cumplía para sí mismo. Siempre lo miré con miedo por como trataba a mis hermanos. Si hay alguna definición de padre, mi padre siempre puso el dinero, pero nunca la educación.

-A que te refieres con la educación?

-Puso las hostias, los gritos, la ansiedad. Para mí el mejor tiempo es cuando no estaba en casa o cuando se iba a trabajar o cuando se encerraba todo el día en el despacho a trabajar. Recuerdo ir despacio por casa para que no supiese que había salido del cuarto. O que cuando estaba en el ordenador escuchar el ruido de la puerta del ascensor y apagar rápidamente el ordenador y marcharme a mi cuarto. Dejaba la silla preparada del cuarto para no hacer ruido y que me viese delante de los libros en los que solo leía las curiosidades de las últimas páginas de cada tema.

– Recuerdas algún hecho en concreto?

-ammm, tal vez el que más me ha impresionado porque ha marcado mi vida es el de la primera vez que me pillaron fumando en el colegio y se lo contaron a mis padres. Llegó a casa y me dijo “se empieza fumando y acabaras con las drogas” ” que lo sepas”. Y así ha sido.

– ¿a qué edad fue eso?

– tal vez 2º o 3º de la ESO. Ya había consumido drogas, solo me abrió la puerta a escapar, escapar de la realidad. Eso hice durante los últimos años antes de irme a Canarias. Bueno, y los últimos años después de Alemania, aunque luché por no hacerlo, pero no supe hacerlo de otra forma.

-¿En cambio, te pagó todo?

– Es cierto, me lo pagaba, pero no apreciaba el dinero como tal. No apreciaba nada. Solo quería irme a algún lugar y dejar todo de lado. Pensando que los recuerdos no me seguirían. Y tengo que decir que así fue. Alguna vez venían, pero otras se iban, incluso me reía. Aún tenía fuerzas de reírme.

-Cuál es tu mejor recuerdo de canarias?

– Muchos, pero si soy sincero, ninguna playa, ninguna borrachera, ningún paisaje o comida o persona. El mejor recuerdo es cuando me sentaba por las noches en el balcón a fumarme el ultimo pitillo, sobre las dos o tres de la mañana, me sentaba apoyando la espalda contra la cristalera y me reía de felicidad, solamente me reía para mí mismo y para la luna. Si soy sincero estaba en paz.

– por qué volviste?

-Mi psiquiatra de allí me dijo que no volviese a Zaragoza, que me intentase quedar o me fuese a otro sitio. Pero volví porque los resultados de mis notas no acompañaban, segundo curso en tres años. Luego cuando volví entendí el por qué: la relación de mis padres estaba muy mal, mi madre sufría derrames en el ojo casi todos los días. Le decía por qué no lo dejas. A lo que me respondía que seguía enamorada de él. Pero mi padre casado durante el Covid a estas alturas ya tenía otros derroteros: le llegó a decir a mi madre:” es que estoy enamorado de ella, no de ti”. Mi madre le decía que lo dejasen y él no quería. Tenía sus valores mi padre, los mismos como cuando el anillo de boda se perdió en una playa y no quiso volverse a comprar otro. Como el que ha perdido ahora con su nueva esposa. La edad lo ha hecho más blando le dije hace poco, pero no lo ha cambiado. Uno cambia solamente queriendo cambiar.

– qué te parece que pase tu padre?

-si claro, al final él es el que paga. Con respecto a lo de antes también digo que uno siempre se merece una segunda oportunidad.

– Una última pregunta: ¿ Y Alemania?

– me fui a Alemania para no volver. Jamás tuve que haber ido, jamás. Todo ha ido a peor aunque a nivel personal quitando toda la mierda de gente que conocí antes y después estoy bien. Es una mierda de ciudad, pero bien.

-qué opinión tienes de Zaragoza?

– es plana, y eso me gusta. Y que viviendo en el centro en unos 40 min andando te pones en cualquier lugar. Solo eso y ya me parece darle mucho.

“Defenderme me hace más cobarde, no va a sorprenderme nada de lo que pase.” (TITO-HONDO/FALSALARMA).

FIN

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