La cadena de torturas.

Y es así como llegue a este sitio tan desagradable, tan repugnante, tan horrible que de tan solo verlo me causa nauseas, es tan incomodo estar atado sin nada que comer ni beber, no lo he hecho desde hace días esto parece que es el infierno mismo, honestamente creo que no saldré vivo de esta y no se cuanto tiempo de vida ni cuál será la forma en que moriré, si tan solo no hubiera conocido a Roberto creo que seguiría bien en mi casa, sentado, como extraño eso y si, aún recuerdo ese día, ese desastroso e inexplicable día cuando empezó todo este lio, cuando estaba trabajando, yo solía ser un tipo común y corriente con un salario de mierda ¿mi nombre? Edwin aunque no sé porque lo menciono, ese día estaba con mi compañero de trabajo Raúl, yo era nuevo en el empleo y él me estaba enseñando las cosas que debía de realizar, el era un tipo desagradable, vulgar, que parecía no tenia respeto hacia ninguna persona, yo no soportaba estar cerca de el por su aspecto y hasta su olor parecía que no había tomado una ducha por semanas era en verdad desagradable estar junto a él, pero bueno, su problema al final de todo, yo solo iba a hacer mi trabajo y regresaba a mi casa tomaba el camión e iba en marcha. Una noche me percate que él, Raúl estaba siguiéndome sin pensarlo ni un momento me di la vuelta y lo confronte, mostrándome seguro y creo yo algo rudo le dije.

– ¿Cuál es tu problema Raúl?

El solo se dio la vuelta y se fue, yo seguí mi camino como si nada hubiera pasado, al otro día el llego a mi sitio de trabajo y dijo en un tono sarcástico

– ¿Qué te sucede, acaso se te quedo en casa el hombre de ayer?

Yo enfadado dije que no, el se me quedo viendo, mientras toda la oficina se quedo perpleja y en silencio, me fui del lugar sin nada más que decir, ahí fue cuando se me acerco mi peor enemigo sin saberlo, luego del incidente se acercó otro compañero, nunca había tratado con él ya que tenía fama de nerd y nadie hablaba con él, pero a mí me dio una impresión totalmente diferente me pareció un tipo agradable enseguida me sentí a gusto ya que teníamos gustos similares él se llama Roberto él me platico que Raúl nunca le cayó bien era un tipo desagradable platicamos y nos hicimos grandes amigos, empezamos a socializar y salir un par de veces. Tiempo paso y una noche salimos a un antro y como no somos grandes fanáticos de las fiestas le dije que nos marcháramos el acepto, nos fuimos a mi casa lo invite a comer y acabando vimos videos, el me pregunto

– ¿Alguna vez has visto la Deep web?

Y yo le conteste que no, el tomo mi computadora y no se que hizo, pero entro a la Deep web entonces empezamos a mirar y eran videos muy muy grotescos al inicio no me agradaba mucho, pero al pasar los días lo veía y lo veía sin cesar era como desataba mi ira viendo a extraños siendo torturados me sentía satisfecho los veía una y otra vez. Cuando llegaba a la oficina iba directamente a ver si Roberto los veía y el contestaba que no, lo cual se me hizo muy extraño no tome importancia pasaron días y yo seguía viendo los videos sin saber lo que pasaría, una tarde regresando a mi casa me percate que me estaban siguiendo, lo primero que se me vino a la mente es que era Raúl que por un tiempo ya ni siquiera me dirigía la palabra, me voltee y lo enfrente tal y como la primera vez, pero esta vez no era el, era un tipo con sudadera y un cubrebocas el cual le tapaba la cara parcialmente, yo, enfadado le dije

– ¿Qué te sucede amigo? ¿Quién eres?

El se quedo en silencio, no tome importancia y seguí mi camino al bajar del camión el mismo tipo bajo fue ahí cuando sentí un poco de miedo, solo apresure el paso, peor justo a la esquina de mi casa se paro una furgoneta justo enfrente de mí, de ella bajaron 3 tipos, me quede perplejo, con la sangre helada, sin saber que hacer me quede parado se acercaron los tipos y dijeron

– Es el, súbanlo.

Me ataron, yo gritaba sin cesar, pronto me amordazaron y ataron yo sin poder hacer nada solo veía y escuchaba a mis captores, sentía tanto miedo, no sabía que sería de mí, viendo a mi alrededor vi a Raúl estaba del otro lado solo nos quedamos viendo sin otra cosa que pudiéramos hacer, cuando estaba escuchando lo poco que decían escuche una voz que creí que la había escuchado antes, y si afirmativamente voltee y no podía creer quien estaba ahí, era Roberto “mi gran amigo” el me vio y dijo

-Ahora sabrás lo que sentían las personas que con tanto delirio veías en la web. 

Sin nada que decir solo lo mire y el me dio un golpe en la cara tan fuerte que quede inconsciente.

Y fue así como llegue a este sitio con hambre y sed, escucho a las otras victimas gritando no se que sucede, pero pronto me sucederá a mi sin que pueda evitarlo, solo quisiera nunca haber visto la Deep web me despido con mis últimas palabras vivo.

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