«El principio de su final»
Por: Rodríguez Segoviano Rebeca 401
Era una tarde más, igual de triste y traumante como todas las demás.,
Al fondo de la casa había un sillón con un niño sin vida en la cara, pareciera como si su vida fuera el mismo infierno.En la casa solamente se veían golpes, insultos y traumatismos.,
La vida en ese lugar era peor que estar en una cárcel, su aspecto cada día empeoraba más, un día comía y otro no., Su cara cada vez se veía sin menos esperanzas de vida, los dedos de sus manos parecían palos que con cualquier golpe podrías romper, esa no era la vida que él deseaba tener.
Y desde pequeño todo fue así, la vida nunca le había sonreído, sus padres eran unos alcohólicos que solo veían por su bien y por sus vicios, sus padres empeoraban al mismo tiempo que el.
Nadie quería ayudarlos, pareciera que fueran unas ratas en un basurero porque así lucía su casa o bueno el pequeño cuarto que estaba abandonado y decidieron ocupar.
Un día en una desesperación que tuvo de hambre y sed, decidió tomar un poco de las botellas que sus padres habían dejado tiradas en aquel basurero, como sabía bueno se lo acabó todo y así comenzó el principio de su final.
Cada día, cada noche que pasaba en esa casa para él era más feliz, porque a lado de él siempre había una botella de whisky, y así poco a poco se fue convirtiendo en lo que más odiaba y temía., Eso que le causaba tanto horror.
Un día sin esperanza alguna sus riñones ya no servían más, sus padres fallecieron por una sobredosis alcohólica,pero después de ese suceso nada cambió, el seguía haciendo su vida igual., El alcohol le aturdía la cabeza y no podía tener pensamientos certeros, aunque después de unos meses él se quedó sin ninguna esperanza de vida como al principio.,
En ese momento se dió cuenta que estaba a punto de perder sus pulmones, se desmoronaban como una montaña de tierra, sus ojos se estaban secando de tanto dolor, pero sin en cambio vio una nueva esperanza para sobrevivir, «las drogas» estas sustancias tan tóxicas lo ayudaban a sanar su dolor y poder seguir adelante con la vida tan horrorosa y sucia que tenía, bueno al menos eso pensaba…
No todo podría salir tan bien como lo estaba llevando., Un día el dueño del cuarto o bien basurero dónde vivía llegó y le pidió que se fuera, un indigente como él no podía vivir así, y si indigente porque eso parecía su aspecto cada vez era peor esta vez ya solamente era un hueso, el alcohol y las drogas habían consumido su vida, cuerpo y por supuesto su alma.
Debido a que no se salió tuvieron que sacarlo a la fuerza, y ahí fue donde ahora sí todo empeoró, empezó a robar para satisfacer sus vicios, cada vez se metía más cosas a su cuerpo que ni él conocía, pero por no estar ansioso de esas sustancias lo hacía.,
Su última noche la paso junto a una banca en un parque con una cobija tan sucia que ya estaba muy tiesa, esa noche fue la peor., sus pulmones, hígado y corazón estaban dando su última batalla, para que quería seguir vivo si cada día era igual o peor a los anteriores sin nadie a su lado Sin una compañía para pasar el dolor tan grande que tenía de nada servía seguir así., En ese momento se dió cuenta que su vida se fue desgastando como cada botella que se tomaba que cada gota que salía de esa botella era una lágrima en su vida, su corazón dejo de palpitar sus ojos se fueron cerrando lentamente hasta que cada parte de su cuerpo dejo de funcionar…
Y en ese momento termina su final.

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