De oro, sí de oro 

con lentejuelas y brillantes

es de oro, sí de oro,

aquella jaula que me encerraste.

Desde tierno, 

muy pequeño con un látigo me enseñaste

hacerte feliz en tu trono,

a brillar, a rugir, a consolarte.

Es de oro, sí de oro

¿y mi hogar? me arrebataste 

es de oro, sí de oro

pero a mí me denigraste.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS