Monólogo del Tuétano

Hoy es mi cumpleaños,

Son las 4:54 de la mañana 

Y sigo cuestionadome.

Tal vez cuando uno empieza 

a entrar en años  se vuelve 

Menos «traga entero» 

Y entra en una fase en la cual 

Quiere entender mejor la vida,

El ser. 

sumergida en la noche,

Combinada con microsueños

Y cuestionamientos,

Pienso:

Tengo miedo de mi… 

¿Cómo es que puedo amar desmedidamente 

Y luego con  frialdad 

Desaparecer todo sentimiento?

A lo qué respondo:

La posición del  medio nunca será una opción para mí,

Las cosas son o no son,

Si la vida   per se 

Tiene un fin,

Porque no un sentimiento,

Una postura,

Un concepto. 

Lo que me da la tranquilidad

 de no sentirme deshumanizada,

Una completa bruja sacada de los cuentos más terroríficos de los hermanos Grimm.

Hemos mal entendido el amor 

de tal manera que en nuestro imaginario es relativo 

Al «aguante» 

Incluso se ha  llegado a señalar 

A quién es capaz de poner

Fin a este yugo sobrevalorado,

Cómo  un ser insensible,

Cuando por el contrario 

No hay acto más lleno 

De amor, 

Que el de ser capaz de poner 

Límites.

Puede leerse como una resentida,

Una fracasada nata en el amor,

Quien destila incredulidad 

Ante tal acontecimiento,

Pero este texto no es  para hacer feliz a nadie,

Es más, nada más alejado de la realidad Que ese amor fantástico,

Perfecto,  totalmente  deshumanizado y divino.

La verdad no hace feliz a nadie,

Entre más te acercas a ella,

Más sufres, más te conoces 

Y más entiendes este mundo,

Que al final de manera paradójica, 

 puede ser un recurso para llegar 

A la felicidad a largo plazo.